La tormenta de arena

Hacía veinte días que la tormenta de arena rugía sin descanso. Veinte días sin ver el sol. Veinte días sin ver nada, en realidad: cuando avanzaban, desde el centro de la caravana no se veía ninguno de los dos extremos; cuando acampaban, se hacía difícil encontrar la tienda más cercana. La tormenta se había llevado el sol. La tormenta se había llevado las estrellas. La tormenta se había llevado el agua: el pozo de El-Jahr estaba seco, igual que el de El-Jaht. El de Yahb-Bah había sido engullido por las arenas y apenas sobresalía dos palmos de su aguja de piedra, de siete metros de altura. La tormenta quería llevarse ahora sus vidas. Parecía un ser vivo. Se podía sentir su furia, su ansia de sangre. Entre las tiendas, a la macilenta luz, la arena tomaba formas terroríficas, abalanzándose sobre ellas con saña, haciendo vibrar el armazón, arrancando capas de pieles y tela. No había día que no saliera volando alguna, o se viniera abajo atrapando entre sus restos a sus moradores.

La tienda del jefe era la más grande y la más sólida. Las demás estaban apiñadas contra ella, así que a su alrededor quedaba un espacio en el que casi se podía estar. Un altivo camello negro hacía de improvisado cortavientos en uno de los laterales, así que para el chaval que, acuclillado, curioseaba por un pequeño agujero abierto entre las capas de piel y lana, la tormenta era apenas un murmullo.

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El nacimiento de una campaña: desarrollando la trama I

Queremos una campaña con historia. Una campaña con un principio y un final donde veamos crecer a los personajes, hacerse mejores (o peores) personas, cogiendo su destino por los cuernos. Una campaña épica (o casi). Quiero eso. Tengo un folio en blanco y un lápiz. Bueno, vale, una libreta cuadriculada y un bic azul de toda la vida. ¿Por dónde empiezo?

Lo primero es preparar la historia. La trama sobre la cual levantaremos el edificio de nuestra campaña. Son sus cimientos, así que no podemos tomarnos su creación a la ligera: una campaña articulada sobre una trama débil se viene abajo con una facilidad pasmosa, y hablo por experiencia. Para reducir todo lo posible el riesgo de gatillazo por mala trama, hay una serie de principios que sigo cada vez que planteo una historia. A saber,

1) Es una historia abierta. Parece evidente, ¿no? Sin embargo, es algo que muchos directores de juego pasan por alto, tanto a la hora de preparar campañas como, sobre todo, aventuras. Plantean una historia cerrada, más útil como base para una novela, relato o película y, claro, llega la hora de la verdad y los jugadores quieren jugarla, el director de juego quiere obligarles a seguir su guión y todo se va al traste. Como directores de juego, vamos con una protohistoria que ofrecemos a nuestros jugadores y, entre todos, creamos una gran historia.

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Pasaron las NEL

El fin de semana pasado se celebraron, tal y como comentaba, las primeras jornadas NEL (No Estamos Locos) a cargo de la Asociación Juvenil Kosen en Mairena del Alcor, al ladito de Sevilla capital. La mala suerte quiso que coincidiera con los días de más calor de todo el verano, lo que no invitaba mucho a salir de casa o de debajo del aire acondicionado más cercano (o acercarse a la playa o piscina, los afortunados). Las jornadas se celebraban al aire libre, en un señor parque con abundante sombra en el que, en días menos hostiles con la vida humana, se habría estado de miedo.

Un servidor se acercó el sábado por la mañana, y alargué la visita todo lo que puede, hasta media tarde. El aire abrasaba pero mientras se movió se podía estar. Pero, como digo, el día no acompañaba y estuvimos cuatro gatos. Yo, además, pagaba el pato de una noche toledana cortesía de las temperaturas, así que poco hice en la partida que jugué. Desde aquí ofrezco mis disculpas al máster y el resto de jugadores. La parte, jugué un rato a Ánima, conocí a otros jugadores, intercambié anécdotas. Vamos, no estuvo mal el día (aunque terminara más colorao que un tomate).

La organización estuvo, el rato que vi, muy bien. Había bastantes mesas, una ludoteca bien provista, un montón de actividades programadas y una barra donde refrescarse el gaznate y comer algo a muy buen precio. Espero que al caer la tarde la gente se animara y acudiera a las jornadas.

Me gustan las jornadas al aire libre. Son más abiertas que otras, como las TDN, más aptas para captar nuevos jugadores, llamar la atención y renovar un poco la afición. Me gustan mucho, por esta razón, las de El Dirigible y me gustó mucho la idea de las NEL, aunque para unas jornadas en un parque en Sevilla quizás la primavera sea mejor fecha.

Espero sinceramente que la valoración final que hayan sacado los organizadores de estas primeras jornadas haya sido positiva y el año que viene nos ofrezcan, en estas u otras fechas, unas segundas jornadas.

Autocomplacencia: 400 entradas

Hoy toca una entrada de autocomplacencia. Esta hace la número cuatrocientos (que se dice pronto) en este blog desde diciembre de 2007. En estas 400 entradas ha tenido cabida prácticamente de todo: reseñas de anime y de cine de diversos géneros; toscos comentarios de los conciertos de la Orquesta de Extremadura los dos años que estuve de abono. Éstas me costaron Dios y ayuda, pero me lo impuse como obligación y lo cumplí: todos los conciertos a los que acudí y uno al que no asistí reseñados.

He recogido esporádicas opiniones sobre temas del momento y breves y torpes homenajes a aquellos que nos dejaron. Tuve hasta una sección de informática, que creció y terminó con su propio blog. Y rol, claro: reseñas de manuales, reglas caseras, mi participación en la Rolesfera, algunos artículos más teóricos que hablaban, por ejemplo, de los combates o del lenguaje del rol.

Muchas y variadas entradas, pero las más queridas por mí son las que menos interés suscitan al visitante: la narración de mis campañas, pasadas y presentes. La razón por la que empecé este blog, la razón por la que sigue existiendo. Escribirlas por el placer de escribir, claro (aunque algunas hayan quedado deslucidas, tras atragantarse más de lo debido, y les tenga que pedir perdón cada vez que las veo), pero también por recordar esos momentos, esas tardes y noches únicas y maravillosas en que unos grandísimos jugadores cogieron el pobre mundo que les ofrecía y lo llevaron a límites que yo no podía ni soñar. Recuerdos que quiero atesorar, que me niego a perder y que mi pobre memoria me lleva a plasmarlos en palabras, mis niños, para que no se pierdan solos, en la noche.

Más de 150 entradas en torno a las 1000 palabras de media, con algún monstruo ocasional de 3000 o 4000 recogiendo la venerable, nunca acabada y siempre recordada campaña de Nephilim Los Guardianes del Grial o las más nuevas de Ánima de Los Visnij (dos temporadas), Tres Valles y Fort Nakhti (ambas en curso), anécdotas viejas de otras partidas, incluso de aquellas en las que uno era jugador (detrás de cada director hay un actor frustrado, nos dijo Fermín Cabal en un curso de dirección de teatro al que asistí en la Universidad, allá en el albor de los tiempos, y, en mi caso, encuentro que es perfectamente válido también cambiando los términos por «director de juego» y «jugador»).

No es de extrañar, pues, que de las 400 entradas hasta la fecha, mis favoritas estén entre esas ciento cincuenta y tantas historias de aventuras, partidas y entreactos:Al otro lado del velo y La Roc de la Tour. La primera, de esas que se tiene la idea y hay que forjarla a cabezazos, un mes o así de trabajo. La segunda, de las que salen tal cual, en un rato y sólo necesita una corrección externa (uno no ve sus propias erratas aunque le muerdan) para publicarla. Si de aquí a la entrada 500 consigo añadir otra más a esta lista de favoritas, estaré más que satisfecho.

Fin del ejercicio de autocomplacencia. Mañana volvemos por la tónica general (exaltación del ego, que para eso soy un bloguero, ¿no?).

Una de fantasmas

—¡Sassa! ¡Ey, Sassa!

Steffan Dahl era ornitólogo. Bueno, estudiante de postgrado, pero sus profesores decían que se convertiría en una figura mundial. A sus espaldas, todo el mundo decía que era por ese cuello delgado, esos ojos saltones, esa nariz picuda, esa calvicie a la carrera que dejaba tras sí una pelusilla pueril, ese andar nervioso, esa forma de girar la cabeza o mover los brazos, que le daban un aire de pajarillo caído del nido (de polluelo epiléptico, según los más crueles) que hacía que la mayor parte de las aves le trataran como uno más. Menos las rapaces, que le tomaban por el almuerzo. Sus compañeros, sin embargo, sostenían que llegaría lejos por haberse cobijado en buen árbol y hacer los trabajos más duros (como lidiar con los alumnos de primero) sin quejarse.

El sobrio uniforme universitario le hacía parecer un gorrión que se hubiera caído en un barril de alquitrán. Ese aire pegajoso también lo traía de serie, el pobre muchacho, y la pálida luz bajo los soportales sólo lograba realzarlo. Avanzaba dando ridículos saltitos por la larga galería que iba del aula C al salón de actos mientras agitaba nerviosamente los brazos, no se sabe si para atraer la atención de la joven que caminaba delante de él o para remontar el vuelo.

—¡Sassa, por favor, para un momento! ¡Me voy a Salazar! ¡Salimos el mes que viene!

La muchacha se paró en seco y se encaró con un movimiento tan calculado como su vestido: la mano en la cadera, la melena al viento, la falda amplia y cómoda, el corpiño, un escote sugerente pero no escandaloso… los folletines de aventuras estaban llenos de grabados con heroínas con la misma pose pero, por tópica que fuera, levantó un coro de suspiros entre los alumnos de primero que sesteaban entre clase y clase al otro extremo del patio.

—¡Imposible! La expedición Jones iba a salir antes.

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Jornadas NEL en Mairena del Alcor, 19-21 de agosto

Este fin de semana (19-21 de agosto) se celebran en Mairena del Alcor (a tiro de piedra de Sevilla capital) las jornadas lúdicas NEL (No Estamos Locos), de la mano de la Asociación Juvenil Kosen. Según leo, se celebran en un parque (espero que no haga mucho calor). En un principio pensé en ofrecerme como máster de Ánima, pero tienen programado un torneo, así que creo que intentaré disfrutar de las jornadas como jugador.

Los horarios, actividades y el cómo llegar lo tenéis en su página web: http://www.asociacionjuvenilkosen.com/

Un agosto movidito en Andalucía: el fin de semana pasado, las TDN. Éste, las NEL. Y el que viene, las de Huelva.