La tempestad que se avecina — Los desaparecidos

1618, estación del mar, semana de la armonía, día del agua

En la segunda hora tras el alba, Farnantyr el Guapo, el que se llevaba a todas las mozas en las romerías y jiras con los clanes amigos, entró a galope en Granja de Tormakt y pidió ser recibido por Lhankpentos el Ciego, el patriarca de los tormaktingas, la más extensa familia del clan Vaca Roja.

Traía noticias extrañas del castro: varios niños tormaktingas llevaban desaparecidos desde el día anterior, demasiado tiempo para tratarse de una travesura.

—¿Qué hace Josthral Tres Palos? —preguntó el thane Kangharl Ceja Negra—. ¿Por qué no pide ayuda al jefe Broddi o a las otras familias?

—No hay nadie a quien pedir ayuda —se lamentó Farnantyr—. Desde la noche del día sagrado, el mal aqueja el castro en forma de fiebres intermitentes e incapacitantes. Ustarna, la curandera, no da abasto y Darna Abrigolargo no ha vuelto aún de Piedraverde.

Estas noticias provocaron gran consternación entre los que se hallaban en el salón. Lhankpentos se aferraba a su bastón, con los nudillos blancos. Kangharl se mesaba la barba.

—¡Esto es un castigo de nuestros antepasados! —exclamó—. Tres años han pasado desde que la escoria dinacoli mató a nuestras mujeres y niños. Tres años han pasado sin vengarnos del clan Espada Esmeralda. ¡Se les ha acabado la paciencia!

—La venganza solo trae más dolor y muerte y no nos devuelve a nuestros seres amados, amigo mío —le reprochó Lhankpentos—. Dejemos que el Anillo del clan investigue la enfermedad, nosotros ocupémonos de nuestros niños.


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¡Adiós, Netvibes, adiós!

En Semana Santa me llegó un correo anunciando el cierre de Netvibes para este mes de junio. No creo que les suene el suene el servicio: nació en 2005 como un escritorio virtual donde poner widgets que nos daban información: cosas como el tiempo o unas notas para escribir o, para lo que más lo he utilizado yo, lector de feeds.

Durante muchos años (no sé desde cuándo lo uso, pero debe ser casi desde sus orígenes), ha sido mi página de inicio, con pestañas temáticas y, en ellas, cada blog que seguía en su widget: blogs de rol, de informática, las últimas novedades de Frozen-Layer.

Con el tiempo, hubo salidas y entradas, pero, poco a poco, fue quedándose más y más como un mausoleo de una internet que fue y ya no, una ventana a un pasado más civilizado y más nuestro. Con todo, incluso en el cementerio hay movimiento y, gracias a esos widgets, me he enterado de la vuelta de Wardog, de Kinestésico o de Cronista.

Ahora toca decirle adiós y gracias por todos estos años de servicio gratuito y sin publicidad. Es doloroso, porque es un trozo de una época de mi vida donde Internet era algo hermoso, vibrante y compartido, donde saltaba de blog en blog o de foro en foro, aprendiendo cosas nuevas

La tempestad que se avecina — Personajes jugadores (I)

El sábado pasado hicimos los personajes para La tempestad que se avecina, la campaña de Runequest Aventuras en Glorantha que, con suerte, empezaremos este marzo, adaptación de la campaña The Red Cow de Heroquest.

Quería unos personajes más jóvenes e inexpertos de lo que salen en el juego, con los 18 años cumplidos (en el juego salen con 21). Para ello, prescindí en la historia previa de la parte del personaje, dejando sólo la de padres y abuelos. Del paso 7 les di un +25 y dos +10 de mejora, porque tampoco los quería tan jóvenes.

Para las características, probé con 95 puntos a repartir de la siguiente forma: de 1 a 16, 1 a 1; de 16 a 17, 2 puntos y de 17 a 18, 3 puntos. Es decir, el 17 eran 18 puntos y el 18, 21 puntos. Con esto, esperaba tener unos personajes con media alta y equilibrados entre ellos.

Están todavía muy en bruto, ya se irán perfilando en la primera aventura. Por orden alfabético, tenemos a Andarin, Lenna y Saronil:

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La tempestad que se avecina — La Granja de Tormakt

La Granja de Tormakt es, pese al humilde nombre, el principal asentamiento Tormaktinga. Está situado a orillas del Heort, cinco kilómetros aguas arriba del castro Vaca Roja. Se levanta sobre una ondulación del terreno que lo protege de las inundaciones del deshielo. Ahora tiene un aire desvaído y triste. Donde se alzaba orgulloso el viejo salón de Tormakt Corazón Valiente, el centro de la aldea, yace ahora un túmulo tosco del que sobresalen vigas ennegrecidas, como una herida supurante.

Hace 3 años, durante una incursión Dinacoli, una banda del clan Espada Esmeralda liderada por Korlmhyor el Vencejo cayó sobre la desprotegida aldea y quemaron el salón, donde habían buscado refugio ancianos, mujeres y niños. Todos los tormaktingas perdieron a alguien ese día.

Broddi Lazosfuertes, jefe del clan, negoció la compensación con el jefe de Espada Esmeralda, Duruvan el Gordo. Este acuerdo nunca gustó a Khangharl Ceja Negra, uno de los thanes más influyentes de los tormaktingas, y que perdió a su esposa en el ataque.

El año pasado, Khangarl lideró un robo de ganado contra Espada Esmeralda en el que murió el carl de Espada Esmeralda Torath Calzones de Seda. Broddi se ofreció a pagar compensación, pero Rostakus Dos Veces Proscrito forzó a Duruvan el Gordo a rechazar la oferta y proclamar un feudo de sangre. Rostakus se enfrentó con el campeón del clan Vaca Roja, Jordarn, y lo mató.

Comienza el año 1618 y el llamado feudo de Calzones de Seda está lejos de cerrarse.

De Runequest a Glorantha

Runequest

En mi juventud, Runequest era el tercero en discordia. Tenías AD&D, tenías MERP/Rolemaster y tenías Runequest. Eran los tres juegos de rol de fantasía que teníamos en castellano. En el club en el que yo estaba en mi primer periplo universitario (Alas de Dragón) cogía polvo en la estantería. En los tres años que pasé allí, nunca jugué. Había coñas con su mortalidad y con los patos y ya. Yo me especialicé en juegos que no se jugaban en el club, por tener más variedad de directores de juego. Dirigí a Far west, a Piratas!!, a Nephilim. Con Runequest, cogía los libros, veía las portadas, los interiores, los comparaba los de AD&D y MERP y los volvía a dejar en su sitio.

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Seguimos por aquí, aunque no lo parezca

Aunque no lo parezca, por lo abandonado que está esto, sigo vivo. Con temporadas en las que me cuesta levantarme de la cama y otras donde consigo avanzar a velocidad de crucero, pero sin grandes aspavientos.

Terminamos en primavera Baile de máscaras (¡Por fin!), la campaña que, sin ser muy larga, nos ha tenido liados desde 2019. Me alegré terminarla y me tomé un descanso merecido, con unas cuantas partidas como jugador.

Este otoño he renovado el ordenador y me he puesto a jugar al Baldur’s Gate 3. Llevaba mucho tiempo sin jugar a videojuegos (el ordenador viejo no podía con juegos modernos, pero sí con juegos de la 1ª década del siglo), porque me siento culpable (es tiempo que podría dedicar al preparar partidas o al blog). Esta vez me he dicho que a tomar por saco. Juego y ya veremos lo de dirigir más adelante.

Que no es por falta de proyectos, la verdad. Ya sin tener que preparar una campaña desde 0 como las últimas (Los viajes del Ícaro, Sakura y Baile de máscaras), tengo en la estantería esperando varias opciones:

  • The Red Cow, campaña de Heroquest Glorantha que quiero adaptar a Runequest Aventuras en Glorantha. Sólo necesito dos o tres semanas de preparación para lanzarme, pero como no tengo asegurado jugadores, pues me da pereza.
  • Alejandretta, campaña de Comandos de Guerra. La compré para tener algo que poder dirigir sin mucha preparación, pero hay algunas cosas que no me terminaron de encajar cuando me la leí y la he dejado cogiendo polvo.
  • Britania Mítica, que me llegó ayer. Me encantan las ambientaciones artúricas y lo que he visto por encima creo que da para una campaña media (20-30 sesiones).

Sólo me queda recordar lo divertido que era preparar campañas y aventuras. No estaría mal que la maquinaría volviera a funcionar. Llevo ya demasiados años a medio gas.

Nos vemos en el Forlon.

Baile de máscaras — La Isla de los Huesos

Tras el funeral de Adelaïde de Beaumont, el marqués de l’Aigle Couronné envió a Noel Leclair a investigar la estancia del falso minorita, escoltado por Julien Lafleur. El registro de la estancia dio con un libro oculto en el colchón de lana. Una especie de diario con un cifrado que les recordó al de Laora de Ourges.

Noel, con la ayuda de Irène Dufor, descifró rápido el diario, confirmando sus sospechas: el tándem que formaban el Culto de la Carne y la Víbora habían vuelto a Chaville. El diario era una especia de libro de contabilidad que recogían los movimientos de los últimos meses e indicaba el siguiente embarque de mercancía, principalmente jóvenes para los mercados de esclavos del Kushistán, en la próxima luna llena, en la Isla de los Huesos.

Michel y Colette conocían dicha isla, el primero de oídas, la segunda por haber pasado por ella en sus prácticas: había a poniente de Chaville un archipiélago de islotes y arrecifes, con canales poco profundos y traicioneros, separados de la costa por un canal que sólo seguían los barcos de cabotaje. Era un lugar de mala fama, contra el que habían terminado muchos barcos en días de temporal o guiados por fuegos traicioneros. La Isla de los Huesos era el islote más meridional, el que más se veía desde mar abierto, y recibía su nombre de los esqueletos de barcos blanqueándose al sol. Un lugar donde los contrabandistas se sentían a salvo, pues no había barcos de la Armada capaz de adentrarse en aquellas aguas traicioneras.

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Un viaje por la memoria

No importa los años que pasen, hay canciones que te devuelven en sus primeros compases a un momento o a un lugar determinados.

En 2º de BUP (hablo de primeros de los 90), me leí por primera vez El señor de los anillos. No lo leí antes porque no conocí a Tolkien hasta ese curso: en el primer trimestre, en literatura, una de las lecturas era El hobbit.

Resultó que mi tía tenía El señor de los anillos en una edición del Círculo de lectores y me lo prestó. Resultó también que me compré entonces el álbum Cantilena de Bill Douglas (al que tuve ocasión de ver, por cierto, a los pocos años en un concierto en el teatro Monumental de Madrid). Me lo compré en cinta (para tener un reproductor de CD tuve que ganar antes un premio literario, pero eso es otra historia) y, por esto de ser nuevo, lo tenía de continuo en el radiocasete. Se convirtió así en mi banda sonora para el libro primero.

De alguna forma, ambos han quedado en mi memoria unidos de forma indisoluble. Esta mañana, camino del trabajo, ha empezado a sonar la pieza de apertura, Diamond Dance, y, automáticamente me he sentido transportado a los verdes prados de la Comarca y a mi yo de quince años que exploraba aquellos campos por primera vez.

Anime — Primavera 2024

Llevo meses esquivando la entrada de la temporada de primavera de este año. La razón es muy simple: vimos demasiadas series.

El plato fuerte ha sido la tercera temporada de Hibike! Euphonium. Allá por 2015 empezamos esta serie de Kyoto Animation dirigida por Tatsuya Ishihara (Air, Clannad) que seguía las andanzas de la banda sinfónica de un instituto según la visión que nos daba de ella la protagonista, Kumiko Oumae (Tomoyo Kurosawa), que hacía gala de un talento especial para encontrarse con todos los dramas que se producían entre sus integrantes.

Hibike! Euphonium 3 – La junta directiva de la banda con problemas.

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