Nima, para los amigos.
En visión-ka es un bellísimo y delicado ser andrógino, de cautivadora sonrisa, plateado y de aspecto angelical. Le gusta moverse entre bastidores y usar a sus siervos, o a cualquiera que caiga bajo sus poderes ilusorios, para el trabajo sucio. Sin embargo, cuando los Guardianes le encontraron, hacía muy poco que se había librado de la Prisión y estaba emocionalmente inestable. De ahí que cometa errores bastante tontos o el miedo irracional hacia la Marca de la Diosa. Su aparición en esta parte de la historia es muy breve y descafeinada, pero lo volveremos a ver en el futuro.
Sigue un boceto de reglas propias para seres agarthianos (nephilim en un principio, pero ya veremos que no sólo ellos). Resumiendo mucho, en la Tierra (plano material, que diríamos) aparece como un ser de un solo ka-elemento, el dominante, que toma el valor del opuesto mayor (el 20% de su ka real). Mantiene los bonos a las características que le corresponden y puede usarlos como si fueran características reales, es decir, para formar un cuerpo físico, esto es, al contrario que un nephilim, no necesita un simulacro. También puede ocupar un humano, de forma similar a los nephilim con sus simulacros, sólo que en este caso puede abandonarlo libremente. Si su ka es reducido a 0, no muere si no que es expulsado a su plano de origen (que no es la Prisión, pero tampoco un lugar al que quiera volver). El auricalco le afecta como a los nephilim.