En la pasada temporada de primavera no seguimos tantas series como en invierno, pero las ha habido muy buenas.
Tengoku Daimakyou, también conocida con su título en inglés (Heavenly Delusion). Nos sitúa en un Japón post-apocalíptico. Un chaval de quince años, Maru, busca un lugar conocido como El paraíso. Kiruko, una chica de 18-20 años, está contratada como su guardaespaldas. Siguiendo el viaje de estos dos, veremos el mundo en ruinas y la vida de sus habitantes: enclaves que funcionan, bandidos, peligros… Se añade a la ecuación unos monstruos de diseño extraño que aparecen de cuando en cuando y son capaces de poner en peligro hasta asentamientos bien establecidos.
Por otra parte, también seguimos la historia de un grupo de chavales peculiares que viven en un complejo cerrado, con robots como profesores y adultos que aparecen de cuando en cuando, casi sin interaccionar con ellos, y que parecen seguir una misteriosa agenda.
La serie adapta parte del manga del mismo nombre, de Masakazu Ishiguro. Está producida por Production I.G. (Psycho Pass), lo que es sinónimo de calidad. Dirige Hirotaka Mori, con guion de Makoto Fukami. Es la mejor de la temporada y puede que del año. El viaje de Maru y Kiruko me recuerda a los capítulos buenos de Jeremiah. Los monstruos dan misterio y acción, sin ser algo determinante para el mundo como pasa con las habituales invasiones zombies. Y luego tenemos el complejo, misterio tras misterio: los secretos del complejo, los secretos de los adultos y el misterio mayor de todos, los propios niños y sus capacidades.
Está disponible en Disney + y también la ha sacado Anarchy Subs.
Death Mount, Dead Play: incluso con la invasión de isekai de los últimos años, hay lugar para la sorpresa. Me vi el primer capítulo sin saber nada de ella y me encontré con un isekai inverso, donde el protagonista se reencarna desde su mundo lleno de paladines, magos y demás en el nuestro. El primer capítulo no es muy allá, pero el final tiene un puntillo que me hizo preguntarme «y esto, ¿de quién es?». Sorpresa: adapta un manga con historia de Ryougo Narita, el autor de Baccano! y Durarara!! Ya en el segundo capítulo queda claro que es obra suya. Personajes demenciales, mucha violencia, humor bestia y varias tramas que se van sembrando. Una maravilla de la que hay anunciada segunda temporada.
Kimi wa Houkago Insomnia: la mejor serie romántica de la temporada. Dos chavales con serios problemas de insomnio comienzan a relacionarse al descubrir que comparten el problema. La vida en el instituto, los temores, la relación con sus compañeros… La serie es bastante limitada, pero las bases (el manga) son tan buenas que engancha. La sacó Majo no Kuni.
Skip to Loafer es la otra serie romántica de la temporada, pero es más interesante por sus historias de vida de instituto y adolescencia que por la parte del romance. Mistumi Iwakura es una brillante estudiante de zona rural que se muda a Tokio para hacer el bachillerato. Acostumbrada a escuelas y clases muy pequeñas, desconoce las dinámicas sociales y es muy inocentona. De alguna forma, eso la hace actuar de catalizador en las relaciones que se van formando a su alrededor. A ver si hay suerte y tenemos una segunda temporada.
Yamada-kun to Lv999 no Koi wo Suru es otra serie romántica. Una chica universitaria a la que ha abandonado el novio conoce a un estudiante de bachillerato guapo y reservado, que resulta ser miembro del gremio del MMRPG al que juega. En la temporada vemos a la vez cómo va saliendo de la depresión por la ruptura y cómo se va enamorando del chaval. Esto a la vez que vamos conociendo al resto del pintoresco grupo de juego. Simpática.
¿Por qué Raeliana acabó en la mansión del duque? Se han puesto de moda las series de corte isekai donde la protagonista se reencarna en el mundo de un juego de citas o novela romántica como un personaje que va a morir, normalmente la mala. Esta serie de nombre kilométrico es adaptación de una novela web coreana, que creo es donde el género pega con más fuerza. La protagonista se encarna en un personaje secundario cuya muerte desencadena toda la historia. Decidida a sobrevivir, usa sus conocimientos de la trama para hacer apuestas fuertes. Las series que tengo vistas de este tipo coinciden en un apartado técnico flojo y una historia que avanza de forma irregular, pero con suficientes puntos a favor como para esperarlas semana a semana, y ésta no es una excepción. No pasará a los anales como una gran serie, pero es entretenida y dan ganas de saber más de la trama. Espero que haya segunda temporada.
Niehime to Kemono no Ou (en inglés, Sacrificial Princess and the King of the Beasts) es un anime de fantasía, adaptación del manga del mismo nombre. Estamos en un territorio dividido en dos, una zona humana y un país habitado por bestias antromoformas. Como pago por una guerra tiempo atrás, los humanos deben entregar doncellas como sacrificios al rey de las bestias. Sariphi es el último sacrificio y se las apaña para terminar en la alcoba de su majestad. La chica se las apaña para sobrevivir en un territorio hostil hacia los humanos gracias a su encanto y perspicacia. Bueno, y de la protección del rey, claro. Tenemos a dos veteranos en los papeles principales, Kana Hanazawa (Anri en Durarara!!) y Satoshi Hino (protagonista de Shakugan no Shana). Es una temporada larga (24 o 26 capítulos) y podemos disfrutarla aún en verano. La única pega es el diseño de Sariphi, muy infantil para los 15 años que se supone tiene.
Jigokuraku (Hell’s Paradise) es el shonen de la temporada. En la época del shogunato, un grupo de peligrosos criminales y sus igualmente peligrosos e inestables carceleros son enviados a una isla fantástica en busca del secreto de la inmortalidad. Un terrible choque de monstruos (los humanos y los de la isla) con mucha violencia. Visualmente es muy llamativa y tiene un buen ritmo (talón de Aquiles de estas series).
My Home Hero: Tetsuo Tosu es un asalariado normal y de mediana edad que descubre que el novio de su hija es un maltratador hijo de un pez gordo de la yakuza. Decidido a proteger a su hija, el asunto escala rápidamente. Reconozco que vimos el primer capítulo, nos encantó y decidimos esperar a que la serie estuviera completa para hacer un maratón. Luego… nos olvidamos de ella.
La gran decepción ha sido la segunda temporada de Mahoutsukai no Yome. 12 episodios para no contar absolutamente nada. Para llorar. Sólo es superado por la decepción de la segunda temporada del héroe del escudo.