Cuentos viejos: la Tojtojatchis

Antes de entrar en materia, voy a hacer un breve resumen para que aquellos que no conozcan el juego no se pierdan. El Star Trek Táctico de FASA (me da igual el nombre completo en inglés) es un juego de tablero de los años 80, antes de Star Trek la Nueva Generación. Ahora se considera no-canon, es decir, la información que da no es oficial, pero sigue siendo muy divertido, y bastante complejo.

Es un combate entre naves del universo Star Trek en un tablero hexagonado. Las naves tienen sus puntos de estructura, de forma que cuando se quedan sin ellos hacen «bum». Tienen sus armas, para hacer pupa, y sus escudos, para intentar que no se la hagan. Lo más importante (y puñetero), sin embargo, es la energía. Cada nave tiene unos puntos de energía y, al comienzo de cada turno, debemos repartir esos puntos de energía entre los distintos sistemas de la nave: movimiento, armas y escudos. Y aquí empieza el cachondeo, porque nunca hay energía para todo, todo tiene sus costes. Si nos queremos mover mucho, puede que sólo podamos levantar los escudos de un lado (es un tablero hexagonado, por lo que tenemos seis). O sólo podamos armar las armas de proa y luego te pillen por detrás sin escudos y sin armas y te frían a placer. Complicado y divertido.

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Cuentos viejos: cómo bajar a un francotirador

Salíamos Fixer y yo de tomarnos unas copas en el Forlon Hope cuando un par de francotiradores de los Monjes Altos empezaron a vomitar plomo desde la terraza del edificio de enfrente. Nos cubrimos como pudimos tras un vehículo mientras a nuestro alrededor volaban esquirlas, plomo, cristales… Desventaja de altura y con unas inútiles pistolitas (bueno, una AMT 2000 o similar Fixer, una Superjefe yo) pintaban bastos.

Estaba pensando si sería capaz de llegar a la furgo, aparcada algo más abajo, sin que me friesen, cuando Fixer se dirigió a los parroquianos del Forlon, que se habían asomado a ver el espectáculo, y demostró, una vez más, por qué era el fixer de fixers, el arreglador de arregladores, el genio de los bajos fondos:

—¡Diez mil al que me los baje!

Acto seguido la entrada del Forlon se convirtió en un volcán y los Monjes Altos caían deshechos (me imagino que también todo aquel que viviera en el último piso, de paso) mientras yo sacaba un par de buenos habanos. Luego, se pagó religiosamente y para casa. Problema resuelto.

En Cyberpunk hay que hacer las cosas con estilo.

Cuentos viejos: ¿Qué tal tu mujer?

Personaje (PJ) suplanta a un segurata, adoptando su apariencia, y le sustituye tras el mostrador de entrada del edificio. Hay otro segurata que hace la ronda alrededor del edificio. En una de las rondas, al pasar por la puerta, el segurata saluda y pregunta, con toda su buena intención (y toda la mala del máster):

—¿Qué tal tu mujer?

Momento de pánico. Rápidamente, el personaje extiende las manos tras el mostrador y revisa si lleva anillo (recordemos que había copiado la apariencia del otro). El jugador lo escenifica perfectamente: cara de pánico, manos extendidas, risas generalizadas entre el resto del grupo. Bueno, no, risas, no (salvo del Fixer, que estaba de espectador). El resto del grupo estábamos en plan «¡Ay, Dios!».

Cuentos viejos: el día de la Gagarin

En el albor de los tiempos, donde moran los dragones, monté una campaña de Star Trek Táctico de FASA que enfrentaba a romulanos con la Federación, siendo yo el árbitro. El resultado fue irregular, con pocos combates jugados, y bastantes fallos míos, pero dejó para el recuerdo un enfrentamiento memorable y que no me resisto a contarlo.

La campaña desarrollaba una guerra limitada entre los romulanos y la Federación por el control de cierto número de planetas. El primer escenario representaba el primer choque entre ambas potencias: un destructor romulano con capacidad de ocultación en funciones de exploración llega a un sistema neutral donde se encuentra con una nave científica de la Federación que está evaluando las posibilidades de un Primer Contacto con la civilización que habita en uno de los planetas del sistema. Lo habitual, vamos.

La nave romulana era un destructor de la clase T-10, una buena nave de exploración, de corte Ave de Presa, con una capacidad de movimiento decente en ocultación. Completaba el set un puñado de fásers y lanzatorpedos de corto alcance y un escudo deplorable. Con todo, era la mejor nave de exploración que traía el manual del juego, precisamente por su ocultación y buen movimiento.

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