No sé si clasificar esta serie como «de cocina» o «extra ternura«. Tenemos un profesor de instituto y padre viudo que intenta sobreponerse a la pérdida de su esposa y criar a su hija. Ésta, de buen paladar, sufre no sólo la pérdida de su madre: también de quien le preparaba la comida, porque el padre y la cocina no se llevan nada bien. En una extraña carambola del destino, ambos terminan relacionándose con una de las alumnas del padre, una joven de buen yantar cuya madre, dueña de un cuco restaurante, no está casi nunca en casa tras haber encontrado más éxito en la televisión. Los tres formarán un extraño grupo de cocina, quedando en el restaurante de ella para aprender a hacer diversos platos que permitirán al padre y a la hija seguir adelante con su nueva vida.
¡A zampar!
No hay mucho más que contar de la serie: extra de ternura con recetas de cocina (no ver con hambre) en 12 episodios. Para verse un capítulo de tanto en tanto, soltar la lagrimita o la sonrisa y coger fuerzas para seguir en este mundo.
La versión que he seguido ha sido la de Unmei no Chikara.