¿Deberes a los jugadores? Pues no. No lo hago y lo he hecho rara vez: cuando un pj se hace cargo de una organización para la que no tengo estructura, le pido al jugador que la prepare. También si, de salida, pertenece a una. Hay situaciones en las que es normal dedicar tiempo al pj entre sesiones: si te vas a construir un castillo en Pendragón, no le vas a quitar tiempo de partida al máster y a los otros jugadores, te lo diseñas en tu casa, entre partidas, para que luego te den el visto bueno (o no, y tengas que rehacerlo). A los negocios del Cubano, en su día, le eché bien de tiempo, revisando manuales de equipo en Cyberpunk y viendo cómo llegar a fin de mes para comprar las furgonetas, montar el almacén del puerto, mudarme a un barrio chupi-guay y contratar escolta para mi esposa.
Pero eso no son deberes, eso es que te gusta la campaña, te gusta tu personaje y le dedicas un tiempo a definirlo a él y a su mundo. Que una campaña de rol no es ese rato que se prepara el máster en su casa para que tú llegues cada semana y preguntes qué dados se usan y cómo iban las tiradas.