Mañana empiezo una nueva campaña, con un grupo casi nuevo. En las semanas anteriores hemos jugado la aventura de la pantalla de Ánima, para irnos conociendo y tal, pero ahora empieza lo bueno. Llevo dos semanas exprimiéndome la cabeza para preparar la campaña y aún está en pañales. Tengo ya la trama principal y, más o menos, el final. Tengo las facciones principales, el antagonista, tres facciones secundarias y una veintena de pnjs variados para dar color a la historia. Aún me queda mucho: las aventuras de la trama principal, las aventuras de relleno, los cambios de ritmos… La guía, como siempre, Babylon 5, la campaña de Selenim y los consejos para crear campañas épicas del Babylon Project.
Ahora queda ir desarrollando la trama, meter aventuras donde haga falta (en Nephilim me hice un especialista: los jugadores decidían hacer algo, desarrollaba la trama como consecuencia de ese algo y buscaba algún módulo que pudiera reconvertir y era al final lo que usaba para la partida). Si puedo me gustaría tener un De Rochefort en la campaña (sí, el amigo de D’Artagnan), pero me da que va a ser difícil desarrollar una relación así.
El mayor problema que voy a tener mañana (dejando a un lado que dirijo a Ánima, un juego que me gusta de jugar pero con el que no me siento cómodo dirigiendo) es que tendré, seguramente, seis jugadores. Y hace más de diez años que no dirijo a tanta gente. De hecho, lo normal en los últimos seis años ha sido tener dos jugadoras únicamente.
PD: no agradeceré lo suficiente el fantástico archivo de nombres de Earth’s Dreamlands que a saber el tiempo que lleva zumbando por la red. Yo lo tengo desde el 97, creo.