Cuentos viejos: con la Iglesia hemos topado

Mutant Chronicles (la misma campaña, ambientada en Venus). No me acuerdo exactamente dónde estábamos (en las alcantarillas, creo, en algún lugar que no debería existir, puertas que no deben ser abiertas). Todos con los nervios a flor de piel. Y en estas que va el máster y nos dice: Sentís una presencia como no habéis sentido nunca.

¿Qué hicimos? Abrir fuego. Repartir plomo. Por si acaso. Que seguro era un bicho raro, grande y feo. Lo siguiente que oímos es como alguien grita:

–¡Eminencia, al suelo!

Una de tantas meteduras de pata que hicieron que el Fixer se saltara las clases para vernos jugar.

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