El pasado 4 de diciembre nos dejaba el actor de doblaje Claudio Rodríguez. Un grande de su profesión, reconocido y reconocible fuera del relativo anonimato de la misma, como demuestra que la prensa nacional se hiciera eco de la trágica noticia. Una voz que me hacía levantar la cabeza hacia el televisor cada vez que la oía y, no pocas veces, verme la película o serie de la que se tratase por el placer de escucharlo.
Es una voz ligada a mis recuerdos de infancia y de juventud. De infancia, como, creo, todos los de mi generación, por ese Willy Fog que nos llevó alrededor del mundo. De mi juventud, por el Megatrón de la peculiar Beast Wars («Oh, sí») y del gran G’kar de Babylon 5. No será sus trabajos más conocidos o técnicamente mejores o… Pero recordar su nombre y su voz me lleva a esos personajes y a mi yo de entonces.
Gracias por todo.
Me pasa exactamente igual que a ti con este actor. Descanse en paz y ¡menudas voces hay ahora en el Otro Lado!