…Y no tengo claro por dónde. 2014 ha sido muy estresante, muy intenso y, a la vez, rápido y eterno. Ha estado dominado por el trabajo, con la puesta en marcha del almacén y las líneas de Sevilla y, con ello, del movimiento de mercancías y fabricación en tiempo real, o sea, radiofrecuencia, pistolas y tablets con lectores de código de barras y toda la parafernalia. Una vieja ambición de la empresa (ha habido intentos fallidos previos) que en este arranque definitivo casi que nosotros nos lo guisamos, nosotros nos lo comimos. El programa que se come el marrón es de un servidor, y puedo decir que, estrés aparte, he aprendido un montón, pero un montón, sobre SAP Business One y su api de datos. También he aprendido, a las malas, cómo las decisiones de despacho chocan con el mundo real y cómo no puedes darle resquicio a un almacenero para que haga su voluntad, so pena de que te la líe pero bien.
Tal estrés se ha visto agravado por la necesidad de preparar auténticos maratones de rol para los sábados. La campaña de Los viajes del Ícaro goza de buena salud, pese a la traición del cuarto jugador, que nos dejó tirados a cuentagotas, con circunloquios y evasivas, hasta que ya íbamos tan avanzados que no hubo forma de encontrar un sustituto. Hay partidas en que se ha notado que el grupo es de tres y hay grupos que estaban pensados para ir acompañados por un cuarto, pero conforme hemos ido avanzando el problema se ha diluido. Ahora me toca aprovechar las vacaciones navideñas para meterle candela a la tercera temporada de la campaña, mientras maldigo mi suprema y absoluta ineptitud a la hora de hacer mapas. Me encanta esta campaña y quiero hacerla inolvidable.
Tanto estrés lo he querido combatir dirigiendo a otra cosa, pero sólo han salido algunas partidas sueltas sin mucha fortuna: una prueba de Runequest, otra de Las Sombras de Esteren… El problema fundamental es el tiempo que no tengo para preparar otras aventuras y la falta de material ya hecho que me haya gustado. A ver si este año nuevo encuentro algo, o se me enciende la bombilla y termino La Subasta o sale en español La Gran Campaña o Las Sombras de Esteren o me enamoro de Steam States o… En todo caso, queda descartado cualquier estilo old school y tal, lo he intentado pero soy incapaz de dirigir la exploración de un dungeon.
Por fortuna, me he podido quitar algo de estrés como jugador. He empezado hace poco una campaña de Stormbringer muy divertida, he jugado algunas de D&D pero lo mejor ha sido disfrutar como jugador Ánima de forma continuada, con las aventuras del SG-5 (los camisas rojas) de Charlie. Llevo muchos años queriendo jugar a Ánima y, salvo un par de aventuras de Pírixis, siempre me ha tocado dirigir. Ha sido fantástico sentarme al otro lado de la pantalla con un buen máster y unos buenos jugadores.
Y, entre unas cosas y otras, son ya siete años de blog y casi, casi, 600 entradas.
Nos vemos en el Forlon.
Gracias, y no solo por calificarme de buen máster, sino por las magnificas horas de risas y llantos, que nos has brindado en esas maratones que espero con ansia todas las semanas.
Y gracias también a mis magníficos compañeros, que sin ellos estó no sería lo mismo