Esto me recuerda al viejo chiste ese de «¿Cuántos centauri hacen falta para cambiar una bombilla?». Hace no tanto habría contestado, con suerte, que una, pero en los gloriosos tiempos de…
La verdad es que no me puedo quejar. Con Los viajes del Ícaro tenemos casi, casi, frecuencia semanal (digamos que tres sesiones al mes) y los descansos que me tomo como máster los está cubriendo Charlie con su spin-off del SG-5. En total habrán sido cinco o seis sesiones estos dos meses.
Me sabe a poco, claro. Me gustaría jugar más, pero si casi no tengo tiempo para llevar Los viajes como para meterme con otra campaña.
Mañana más.