Que hable de esta película a estas alturas debe ser signo de que no tengo nada que contar en el blog. De visionado obligado para aficionados al cine de aventuras, de acción, bélico e incluso al western, Los héroes de Kelly (por alguna razón titulada en España Los violentos de Kelly, perdiéndose toda la mala leche y la ironía del título original) la debemos haber visto todos y seguramente más de una vez. Sin embargo, quiero rescatarla del olvido de la estantería para ver (las comparaciones son odiosas) lo que hacían hace 40 años con dos horas y poco de metraje y compararlo con el pobre resultado de las películas de acción actuales. A saber: un nutrido grupo de personajes, bien dibujados. Y no hablo sólo de los personajes principales, de Kelly (Eastwood), Gran Joe (Telly Savalas), el loco Oddball (Donald Sutherland) o Buscavidas (Don Rickes), sino de todo el grupo de secundarios: el cabo, Cowboy, Pequeño Joe, el genial Moriarty, Mulligan el de los pepinos, el general…
Los violentos de Kelly, western crepuscular
Y las escenas… dos horas y poco de película con múltiples escenarios, peleas (exageradas, claro) y escenas memorables. Empezando por ese pueblo de noche, lloviendo, cruzado por tropas alemanas (infantería y vehículos) y, en medio, un jeep americano con Clint Eastwood al volante y un oficial alemán en el asiento del copiloto. Y de ahí en adelante: la presentación del grupo de Oddball, el cruce del frente, la estación de tren, el campo de minas (quizás la escena de una película bélica más repetida en partidas de Comandos de guerra, el abrirse paso en un campo minado con la bayoneta), la banda de música y la brigada de enterradores y la incursión comando final, en el pueblo.
Todo ello presentado con un guión resultón, que sabe aprovechar la historia y dar fondo a los personajes, buena fotografía y efectos especiales, buenos actores y buena dirección de actores (para ejemplo, la mirada de Telly Savalas cuando Kelly convence a Oddball de meter su Sherman en el pueblo: se necesitan buenos actores y directores para que aquéllos actúen bien en escenas donde salen de refilón o sin frase).
Y de postre, una canción pegadiza. ¿Qué más se puede pedir?
Es una de las mejores pelis (no sé si western o de género bélico) que se han hecho y creo que una de las más desapercibidas. Donald Sutherland está que se sale, y por poco no eclipsa a los dos otros monstruos que lo acompañan en el reparto. Cómo cuesta encontrar pelis así hoy en día…
Y Carrol O’Connor (el general), otro histriónico que sobreactúa y se lo pasa pipa en la peli. Yo diría que ya no se encuentran películas así (con tantos personajes bien dibujados y presentados). Los guionistas o los productores actuales tienen un problema serio con eso. Problema que, curiosamente, no se da tanto en la televisión.