Shirobako fue una pequeña sorpresa. Una serie que nos muestra el propio mundo del anime, en la industria. Un poco como hizo Bakuman con el mundo del manga, pero con un tono caricaturesco y absurdo. Cinco amigas del instituto que quieren dedicarse a la industria de la animación: Midori Diésel Imai, que quiere ser guionista; Misa Todo, diseño 3D; Shizuka Sakaki, seiyuu; Ema Yasuhara, animadora y Aoi Miyamori, que no sabe realmente qué quiere ser, sirven de excusa para hacernos un recorrido (como he dicho antes, exagerado y caricaturesco) por el mundillo: los estudios, los puestos y los mil problemas diarios, con referencias a series y personas que daría para un tomo de notas aparte.
Las cinco amigas
La serie nos lleva al pequeño estudio Musashino Animation, donde trabajan dos de las cinco amigas: Aoi como ayudante de producción y Ema en el de animación. Un estudio venido a menos que se embarca en producir un anime original de un director caído en desgracia, Seiichi Kinoshita (un genial Nobuyuki Hiyama). La primera temporada se centra en la producción de esta serie, con los problemas internos del estudio, y la segunda en la adaptación de un manga, donde entran más en juego las otras amigas, para un total de 24 capítulos.
Y poco más puedo decir sin spóilers. Muchos personajes, voces desconocidas para los papeles principales, veteranas en los secundarios, historias ligeras, personajes simpáticos, referencias para jugar al trivial… Como serie, agradable de ver que se olvida con rapidez, de forma un tanto injusta para un producto muy bien acabado.
La versión que he seguido es la de Natsuyoru.