Los cuentos perdidos: Dormir, tal vez soñar

Esta semana, aprovechando que era el cumpleaños de Pírixis desempolvé su viejo personaje de Pírixis con diversas intenciones. La primera y obvia, hacer un regalo de cumpleaños personalizado y nostálgico. La segunda, comprobar si las aventuras de La llamada de Chtulhu se adaptan bien a Nephilim. Aunque jugamos poco y ha quedado aplazado hasta otra oportunidad el cerrar la aventura, la noche fue interesante.

Primero, repetimos el habitual diálogo «Es como montar en bicicleta, nunca se olvida», «Eso me dicen, pero yo siempre me caía de la mía» (gallinfante para quien me diga de qué cómic es dicho diálogo y cuándo se producía). Pírixis es un personaje de una campaña de 3 años, dividido en tres tomos. Un montón de páginas, anotaciones, posits… Pero, pese a que ya han pasado cerca de 10 años, la familiaridad que se tiene con ese personaje nuestro nunca se pierde. Es como ponerse un viejo abrigo, cálido, cómodo y lleno de recuerdos.

Segunda, Nikolai es Nikolai. Y la paranoia es la paranoia. Y Pírixis es quién es y tiene potestad para lo que tiene, aunque esta aventura estuviera ambientada 70 años antes que el último arco de la campaña.

Tercero, Chtulhu parece adaptarse bien a Nephilim, aunque la abundancia de cultistas y ocultistas amateurs (amateurs en comparación con la sobreabundancia de sociedades secretas serias a las que se enfrenta un nephilim) le hace más apropiado para Selenim, donde estos grupúsculos humanos son más habituales… porque muchos nacieron de manipulaciones selenim. Las tierras del sueño no son más extrañas que un akasha o que un reino selenim, a fin de cuentas.

Cuarto, las aventuras de investigación pueden ser muy difíciles para el máster en Selenim. Para empezar, tienen la mala costumbre de encontrar testigos en casi cualquier parte. En la primera aventura de Selenim que dirigí ya me pasó, y tuve que asegurarme de que el cadáver que se encontraban los personajes jugadores en su investigación estuviera tan loco y traumatizado que no pudiera decir nada coherente. Adaptar una aventura de Chtulhu donde aparezcan cadáveres o un cementerio o una cripta dará lugar a formas de investigación pintorescas. Para un selenim es más fácil hablar con un muerto que con un vivo.

Y quinto: quiero dirigir de nuevo a Nephilim o a Selenim. No sé si adaptando aventuras de Chtulhu (estoy preparando una campaña para Nephilim ambientada durante la herejía husita, pero va para largo: necesito mucha documentación previa) o intentando entender alguna campaña oficial de Nephilim, que han caído a mis manos en su francés original (y yo el guiri, pase; pero el gabacho…). Tampoco sé con qué jugadores, pero me lo pide el cuerpo. Encima, he oído rumores de una futura cuarta edición de Nephilim que me llevaría ya a aprender francés, sin duda (porque que se edite en España, pues como que no lo espero ya, oiga).

PD: un selenim de 700 años y con un núcleo de 130 puntos es difícilmente manejable cuando se llevan tantos años sin dirigir.

Esta entrada ha sido publicada en Nephilim.

Un comentario para “Los cuentos perdidos: Dormir, tal vez soñar

  1. Un selenim de 700 años también es difícil de llevar cuando llevas sin jugar con él tantos años, pero al final parece que arrancamos; lástima que tuviese que trabajar al día siguiente si no el paseito se hubiese alargado un poco.

    Voy a tener que desempolvar la agenda de contactos para investigaciones varias; creo que «Whyndi» se alegrará.

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