Cowboy Bebop es una de las mejores series cyberpunk de todos los tiempos, y una gran serie de ciencia ficción. Es de dibujos animados, sí, pero eso no quita nada de lo que he dicho. Desarrollada por el estudio Sunrise y bajo la batuta de Shinichiro Watanabe, Cowboy Bebop lo tiene todo y está envejeciendo (la serie es de 1998) muy bien. Una serie obligada para todo amante de la ciencia ficción, el cine negro, el western y la buena música.
Con una Tierra asolada, la humanidad se ha desparramado por el Sistema Solar. Un mundo de gobiernos corruptos, grandes mafias, megacorps… Muy cyberpunk, vamos. Dos cazarrecompensas forman un equipo y la Bebop, que da nombre a la serie, es su nave: Spike Spiegel, un tipo en apariencia superficial que esconde un pasado ligado al crimen organizado marciano, y más parcheado que Turner (Conde Cero) y Jet Black, un ex-policía con un brazo cibernético y pasión por los bonsáis. Dos extraños tipos con curiosos principios a los que nada sale como planeaban y que ven cómo la tripulación de la Bebop va aumentando a su pesar: Ein, un perro salido de un laboratorio (posiblemente el más listo de todos los de la nave); Ed, una chica con nombre de chico, desquiciada y hacker de primera y Faye Valentine, mujer fatal, amnésica y sin escrúpulos que formará un extraño triángulo con sus compañeros.
La serie avanza con episodios casi independientes, donde se van dibujando a los personajes. No tiene una trama propia definida, más allá de la que resulta de la propia interactuación de los tripulantes de la Bebop, y tienen un aire tristón y melancólico, sin esperanza, que encaja perfectamente con el mejor cine negro de Bogart y el cyberpunk de Gibson, pero también hay espacio para episodios y situaciones prácticamente absurdas, como el homenaje a Alien, los tres viejos recurrentes, el vaquero, la discusión sobre el VHS y el Beta… Spike y su historia es lo que se lleva más episodios, pero tenemos para elegir y cada cual tendrá su favorito (yo me quedo con Simpatía por el diablo y el desenlace), pero la serie mantiene el ritmo en todo momento.
El diseño de personajes, naves, cacharros y el mundo en general es sobresaliente, el dibujo es oscuro y desasosegante. La animación, pese a los años, mantiene la calidad: Spike en acción, experto en artes marciales y con reflejos potenciados, es todo un espectáculo. Pero lo que destaca sobre todo es la música: cada episodio, un estilo. La música marca el ritmo del capítulo, con canciones de calidad y algunas de ellas inolvidables. La banda sonora corrió a cargo del grupo The Seatbelts, creado ex profeso para la serie, con la siempre genial Yoko Kanno al frente.
La serie cuenta con unos seiyuus del nivel que podía esperarse: Kouichi Yamadera (Togusa, el policía sin implantes de Ghost in the Shell, películas y series) pone la voz a Spike. De Jet se encarga Unshou Ishizuka y de Faye la genial Megumi Hayashibara (Rei Ayanami, sí, esa Rei Ayanami, y Ai, de Video girl Ai). En España, el doblaje es magnífico (la traducción, desgraciadamente, está en la tónica general de las series de ciencia ficción). Spike fue doblado por Joan Pera, que fue también el director de doblaje. Pera es conocido por ser el doblador habitual de Woody Allen y le dio a Spike un tono burlón que pega mucho con el personaje y le distingue mucho de Jet Black. En japonés ambos personajes resultan, en tono de voz e inflexión, demasiado parecidos. Francesc Belda le da una buena réplica como Jet Black, mientras que Carmen Ambrós (Kaoru Kamiya en Kenshin) cierra bien el trío protagonista.
Podéis encontrar una guía de capítulos (ojo con los spóilers, si no la habéis visto os la destripará), así como una crítica de la película en esta entrada de Tragando series.
Y esta hace la entrada 200 por este canal.
La serie es magnífica, pero con el final casi me dan ganas de cortarme las venas.
¿Por qué? Para una serie que termina bien (los japoneses son especialistas en cagarla en los finales).
Gran artículo para una gran serie.
Sobre el doblaje, decir que le pasa lo mismo que a Farscape (de hecho tiene que ser de la misma compañía, muchas voces se repiten: Jet habla como K’Dargo, por ejemplo): las voces principales son perfectas, pero de los secundarios se encargan las dos o tres mismas personas durante toda la temporada, y claro, al final resulta muy cargante.