Bibliografía
Todo el trasfondo de Arturo se basa en tres pilares: la campaña El joven Arturo del juego de rol Pendragón, de Greg Stafford, la saga Pendragón de Stephen R. Lawhead y la película Excalibur de John Boorman. Del Pendragón de Lawhead (muy recomendables Taliesín y Merlín, más aburrida Arturo, totalmente prescindibles las dos últimas) sale la historia previa de Merlin, el personaje de Custeninn, que Igraine sea hija de Gorlois y no su esposa, el triángulo Igraine-Aurelio-Uther y que Arturo sea hijo de Aurelio y no de Uther, los primeros años del reinado de Arturo (la rebelión y la guerra sajona) y el sacar a Morgana de la familia de Igraine.
De la Excalibur de Boorman he tomado la descripción física y el carácter de Merlin (genial Nicol Williamson), la muerte de Uther, cuando Arturo saca la espada, cuando Uriens le nombra caballero en el foso del castillo de Leodegrance de Cameliard, y su versión de la búsqueda del Grial y la batalla de Camlann.
De la campaña El joven Arturo salen diversas aventuras (la conquista de Rydychan, el dragón de Brent Pelham, la aventura del Castillo del Gozo y otras que no se han nombrado aquí, así como personajes y lugares, como Madog, la herrería de Gofanonn, etc.).
El resto es de elaboración propia, con algunas cosas tomadas del libro básico de Nephilim y los metamorfos no oficiales (la quimera negra, el gato, la valkiria, la gárgola y otros) de páginas francesas que ya, creo, ni existen.
Notas
Aquí termina la primera temporada de esta campaña, que me llevó, en su día, un curso lectivo. El último tercio queda algo apresurado, pero teníamos problemas de tiempo (mayo y la temporada de exámenes) y hubo que terminar rápido. Con más tiempo me hubiera gustado desarrollar el reinado de Arturo en más profundidad (era la idea original, pero Yaltaka y su dragón lo liaron todo).
Empezamos en la época de Akhenatón, con una breve introducción y alguna partidilla para que los jugadores tomaran contacto con el juego, pero la trama de la época se reducía a: «estáis en la Retirada del Valle de los Muertos, os habéis quedado los últimos y os cae un marrón del quince, llevar esto (el Grial) a tal sitio».
En Jesús los personajes se encuentran con que, por aquel encargo son ahora mundialmente conocidos (en Judea y por el Arcano sin número) y que, a causa de ese marrón son enmarronados de nuevo. Como resultado final, quedan ligados a la figura de Jesús. Asumiendo como altamente improbable que los jugadores no entregaran el Grial a Jesús, en esta parte sólo tenían dos decisiones que tomar: si se convertían en discípulos de Jesús (formaban parte de los 20) o si después de entregado el Grial se olvidaban de él, por un lado, y por otro, qué hacían o intentaban hacer durante la Pasión y muerte de Jesús. Hemos visto como tanto Yaltaka como Pírixis fueron discípulos suyos y como Yaltaka lo traicionó. Podía haberle hecho la vida más interesante a Yaltaka haciendo que su traición fuera pública y aireada, lo que le habría supuesto el menosprecio de muchos, algún intento de asesinato y demás, pero como su jugadora era novata, tampoco quise ir más allá. Lo importante era que Yaltaka ponía su ambición por delante de la lealtad y la amistad.
Arturo, por el contrario, es una parte mucho más abierta que las dos anteriores. En Akhenatón y Jesús di cierto renombre a los personajes, dándoles una posición de salida bastante interesante en Arturo, pero esta parte de la campaña era para que los jugadores disfrutasen dando forma a sus personajes. Había tres aventuras que los jugadores jugarían sí o sí: el desastre de París, la aventura del Castillo del Gozo y recuperar el Grial de las manos de Kelekwen (esta dependía de lo que hubieran hecho durante la campaña; podía ocurrir que llegaran antes que los Hijos de Judas, durante, como hemos visto, o después, y perdieran el Grial). Por supuesto, la historia de Arturo y sus caballeros estaría de fondo y los personajes jugadores podrían interactuar con ella.
Para Arturo tenía pensado cuatro papeles que los personajes jugadores podían repartirse o no, a su elección (inconsciente, tampoco les iba a decir «mira, si coges este simulacro y lo enfocas así…»), alguno de los cuales podían repetirse. Con Yaltaka y Pírixis se cogieron los cuatro (¡yeah!), mientras que en Madrid uno quedó libre. Básicamente, son los siguientes:
Druida / Dama del Lago: en la lista de simulacros de la que podían elegir libremente los jugadores el suyo para empezar Arturo, estaban el druida y una joven doncella de lago. El papel de druida o dama del lago implicaba que el jugador eligiera uno de esos simulacros y, luego, su nephilim abrazara las antiguas enseñanzas (compaginándolas o no con su Arcano, si tuviera) convirtiéndose, por propio derecho, en druida o dama del lago. Sería respetado por los nephilim británicos e invitado a formar parte del Consejo Secreto. Hemos visto como Pírixis siguió este camino. En Madrid lo hicieron tanto Leviathán, sátiro del Sol, druida, como Elnos el silfo, de la Rueda de la Fortuna, como dama del lago, aunque fue esta última la que formó parte del Consejo Secreto. Por supuesto, si el personaje dama del lago llegaba como tal hasta la muerte de Arturo, sería a ella a quien le entregarían Excalibur.
Madre de Arturo: un personaje con simulacro femenino que se casara con Éctor sería la madre de Cai y la madre adoptiva de Arturo. Pírixis tomó este papel, mientras que en Madrid fue Felena la serpiente.
Metido en política humana: el período de anarquía es ideal para cualquier nephilim con ganas de liarla. La aventura de Rydychan estaba como gancho para esto, pero no era la única. Después de que Arturo arrancase la espada, también había múltiples oportunidades para el que quisiera comandar un ejército, tener tierras, etc. En Madrid este papel quedó desierto (Ailbarán no se dejó liar), pero aquí hemos visto las andanzas de Yaltaka y su familia. También me hubiera gustado ver a Suko, de la Emperatriz, pegándose con Nerrad.
Metido en política nephilim: altamente probable si, encima, el nephilim pertenece a Arcanos «políticos» (el Emperador, la Emperatriz…). Yaltaka al poder (salió de su jugador montar la sede del Arcano, yo no tuve nada que ver). En Madrid fue Leviathán, con la trama de Malabar. Por supuesto, aquel que estuviera en el Consejo Secreto también iba a tener su ración de política.
Para esos cuatro papeles tenía ideas (más concretas en los primeros, más genéricas y flexibles en los últimos) tanto de aventuras como de trasfondo que haría más fácil, para mí y para los jugadores, meter a los nephilim en la historia. Así, por ejemplo, un druida siempre sería recibido con respeto por señores paganos y sería escuchado.
Las sesiones solían seguir una forma más o menos similar: entre una y otra les daba a los jugadores una hoja de noticias, donde veían las consecuencias de lo que ellos habían hecho la semana anterior, otras cosas que pasaban en el mundo (viene muy bien lo de las noticias para mantener a los jugadores centrados en la campaña y su trasfondo) y ganchos para unas tres aventuras, aunque si los jugadores optaban por otra cosa, tocaba improvisar. Lo principal era que tuvieran libertad de movimientos, hicieran amigos y enemigos y profundizasen en la personalidad y motivaciones del personaje.
Así, termina esta época con unos personajes experimentados, con un hueco en el mundo y con un trasfondo que les dejaba en la mejor situación para empezar la verdadera campaña. Y a los jugadores (en teoría) también: conocían a sus personajes, sabían qué podían y qué no podían hacer y los recursos con que contaban.
Dentro de poco, más. Como siempre, el autor agradece todos los comentarios, así como cualquier ayuda en forma de cerveza que contribuya a soltar la lengua y reactivar las neuronas de este pobre viejo desmemoriado.
Guardianes del Grial se jugó en Badajoz entre octubre de 1999 y mayo de 2000. El autor quiere agradecer a todos sus jugadores los buenos momentos pasados. Citándolos por sus personajes: Pírixis y Yaltaka, que la jugaron completa, pero también a Khim Punt, Gadiam, Suko y Yatoro.
Guardianes del Grial se jugó (con varias aventuras más en las épocas de Akhenatón y Egipto y con una trama menos elaborada) hasta la aventura del Castillo del Gozo en Alas de Dragón entre octubre de 1997 y mayo de 1998, con muchos momentos memorables. Mil gracias a (por el nombre de sus personajes) Ailbarán, Leviathán, Elnos, Felena y (no conservo los nombres de sus personajes) Pímer, T. (máster habitual de Vampicomandos de guerra) y No-leas-por-encima-de-mi-hombro-mientras-comes-un-bocadillo.
Es que somos unas acaparadoras, al final parecemos el 3 en 1 (bueno, en este caso 4 en 2).
En cuanto a cervezas, con el ritmo actual voy bien, así que si alguien más hecha una manita pues a lo mejor el señor master recupera algo más de memoria 🙂