De vuelta

Ya estoy de vuelta, tras diez días sin ordenador ni internet, pasando fresquito en el norte. Durante esos días:

  • 1. Hemos vuelto a recorrer La Yecla. También hemos hecho el camino de Castroceniza a Ura, que es precioso. A la ida lo hicimos por la orilla izquierda, el camino más bonito pero también el más difícil: sigue el río por la umbría, de vereda en vereda y, casi al final, tuvimos que izarnos un par de veces a fuerza de brazos para pasar un espolón rocoso. A la vuelta seguimos la senda marcada. Va más alta, por lo que ciertas partes del valle se ven mejor, pero pega el Sol todo el camino. El paraje me lo había recomendado Souto, compañero del foro.

  • 2. Fuimos también al Monasterio de Piedra, cerca de Calatayud (doscientos y pico kilómetros ida, otros tantos de vuelta). Un paraje precioso, con sus cascadas y saltos de agua. Desgraciadamente está muy comido por la hiedra y necesita que le metan mano a fondo. También pillamos una demostración de cetrería espectacular.

  • 3. La paliza gorda fue cuando intentamos ir a las Calderas, en la Campiña. Nuestro guía se perdió y nos hizo dar un gran rodeo, así que sólo pudimos ver el arranque del cañón (queda para el próximo año, si estamos en mejor forma). A la vuelta, cuando salimos del cañón, vimos que había cambiado el viento y una espesa capa de nubes se desbordaba por la cresta da la montaña. La vuelta la hicimos con baja temperatura y visibilidad muy limitada.

  • 4. Al día siguiente visitamos la catedral de Burgos con paso renqueante. La han limpiado y restaurado casi por completo y la visita es impresionante. La habíamos visitado, cada uno por nuestro lado, años a, y nos había parecido entonces oscura y tenebrosa. Ahora, con la piedra limpia, los cuadros y retablos con los colores vivos, las grandes puertas abiertas y la luz entrando por las hermosas vidrieras es un lugar tan hermoso y una visita obligada.

Todos los viajes fueron hechos en mi flamante Alphonse (mi nuevo Auris Sol con cambio M/MT) al que le he hecho 3000km en sus primeras tres semanas. El cambio secuencial con levas en el volante es genial y el control de crucero un gran invento. La parte mala es que los frenos chirrían en demasía justo antes de detener el coche y que las cortas son demasiado cortas. Acostumbrado al Lanos, que tiene unas cortas larguísimas (creo que habré puesto las largas dos o tres veces en los cuatro años que lo he conducido), ir en el Auris de noche me ha parecido como ir ciego.

Pero, en fin, ya estamos aquí, pasando calor otra vez. Me quedan unos pocos días de vacaciones en los que quiero ponerme al día con varias cosas, preparar una campaña de Ánima (y un par de partidas sueltas, por si alguna vez encuentro jugadores nuevos), ponerme ya con la parte de Arturo de Guardianes del Grial y varias cosas más. Seguramente no haré casi nada, pero, por lo pronto, haré lo más urgente: terminar de deshacer la maleta y quitar el polvo acumulado estos días.

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