Arturo – El Dragón de Brent Pelham II

En 492 Uisnach Yaltaka daba muerte al dragón de Brent Pelham. En 518 moría él a su vez, atravesado por diez lanzas pictas en la Batalla del Castillo del Gozo. Yaltaka, con su nuevo simulacro, su compañera Pírixis, su vasallo y amigo Éctor, su vecino el rey Madog y su guardia de élite, los Cinco Hermanos, y los caballeros supervivientes de su unidad (que serían conocidos desde entonces como los Cinco Inmortales) acompañaron el cuerpo del monarca de Rydychan hasta Oxford. De Badon trajeron a su hijo Cuall, muerto en la batalla. Dicen que Liadain envejeció ese día diez años de un golpe.

Allí se celebró un gran y emotivo funeral al que asistieron los principales señores de Britania: Arturo, que sería coronado pocas semanas después en Londinium, sus capitanes Cai, Bedwyr, Gawain, Ulfius y Brastias; Bors de Ganis (que vació las reservas de cerveza de Oxford al grito de Por las que no beberemos juntos), el anciano rey Gilbert de Hertford y su hijo; los reyes Cunomor de Celyddon y Madog de Sauvage; Merlin, la Doncella de Hielo, la dama Vivianne, la dama Rhonwyn Pírixis y otros muchos grandes guerreros y reyes.

Preguntado Yaltaka qué funeral quería para su amado simulacro, respondió que uno acorde a su vida y hechos y eso tuvo. Pero cuando el cuerpo sin vida de Uisnach era bajado a la tumba, se abrió el cielo y por allí apareció el gran señor que poseyera al dragón de Brent Pelham a reclamar el alma de Uisnach Yaltaka que, muerto el simulacro, era el propio Yaltaka. Sin que nadie pudiera hacer nada para impedirlo y ante la atónita mirada de los nephilim presentes (los humanos nada vieron y de nada se enteraron), arrancó a Yaltaka de su nuevo simulacro y se lo llevó consigo a través de la brecha del cielo, que se cerró tras de sí.

En Oxford quedaron, huérfanos, mudos, sin saber qué hacer, amigos y compañeros.

Y la jugadora de Yaltaka aprendió a apuntar bien lo que ocurre en las partidas, que nunca sabes cuándo te harán falta. Porque la solución de este problema se la dio su compañera cuando derrotaron al dragón (que te entierren en el muro de la Iglesia) y no se acordaba ya de esta espada de Damocles que sobre su cuello pendía.

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Un comentario para “Arturo – El Dragón de Brent Pelham II

  1. ¿Y a quién-es les tocó ir a solucionar el problema?… Si habeis seguido toda la historia, no os será difícil adivinarlo. La solución en la próxima entrega.

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