Uther Pendragón ha llegado a Silchester, acompañado de Merlín y varios de sus señores, en una gira por los reinos de Logres y Cimry antes de retirarse a Tintagel a invernar. En breve partirá hacia Lindsey y Cameliard a poner paz entre sus reyes, en cuanto se recupere de una caída sufrida en una cacería.

Llegan noticias inquietantes de los sajones: se están preparando para acabar con el Alto Rey antes de que su poder se consolide.

Ha muerto Cathbad, druida de Leodegrance de Cameliard. El gobernador Noah de Leicester, vasallo de rey Derfel de Lindsey, había solicitado su ayuda para acabar con el trasgo caníbal conocido como Annis Negro. Al parecer, los caballeros de la escolta huyeron, dejando solo a Cathbad frente a Annis Negro. De estos caballeros los que no han muerto retados en duelo han sido ahorcados en las murallas de Leicester. Las relaciones entre Cameliard y Lindsey están muy tirantes y nadie descarta una guerra entre ellos.

Ha sido muerto el dragón de Brent Pelham que durante generaciones aterrorizara a los habitantes de Hertford. Un valiente y diestro caballero, Uisnach brazofuerte, le dio muerte, con la bendición de Rhonwyn, bella y poderosa Dama del Lago. Los valientes, tras devolver el tesoro robado por el dragón a sus dueños, lo que les ha valido la simpatía del pueblo, descansan en Hertford como huéspedes del rey Gilbert. Mientras la fiesta continúa en el castillo del rey, la hazaña de los valientes, cantada por Ector ante el rey, es relatada ya por arpistas vagabundos y recitada en todo el reino.

El Gran Dragón del Norte ha vuelto a aparecer, arrasando a su paso un par de aldeas de Garloth. Los testigos lo describen como una gran serpiente con cuatro poderosas garras cubierta de escamas de madreperla e irradiando una luz fantasmal. Milagrosamente, en sus ataques apenas ha habido muertos; sólo unos pocos viejos muertos de terror. Ninguno de los caballeros que han intentado acabar con él ha vuelto a ser visto.