Este sábado empezó la temporada 2008-2009 de la Orquesta de Extremadura con el primer concierto de abono, en ese atentado arquitectónico que es el Palacio de Congresos de Badajoz. En la orquesta, algunas caras nuevas entre las que ya empezamos a conocer, siendo el más llamativo el cambio de concertino, donde el año pasado teníamos a Ángela Moscalu y ahora tenemos a Sergio Marrero. El auditorio estaba lleno, quedando libres apenas unas pocas butacas de los palcos laterales, de muy mala visibilidad.
El concierto empezó con las juguetonas notas de la Obertura de Oberón de Weber para luego ponernos serios con el plato fuerte: el Concierto para piano nº 4 de Beethoven con el gran pianista Joaquín Achúcarro como solista. Y, ¿qué puedo decir del concierto? Dejaré las críticas elaboradas para los sesudos entendidos. Yo lo resumiré con un «fue la leche». Impresionante, y el «postre» para usar el pañuelo. En la segunda parte tuvimos la 3ª sinfonía «Renana» de Schumann, hermosa obra que cerró un gran primer concierto.
Para completar la noche, sushi en el Tanuki-san y un gran dolor en la cartera, después (pero es que el Ogura Ice está tan rico…). Un gran sábado, lo mires por donde lo mires.
Completamente de acuerdo contigo.
Espero que el día 25 con la sinfonía nº9 de Shostakovich y con «Cuadros de una exposición» de Mussorgsky/Ravel la experiencia sea igual de buena.
La pregunta es: ¿Iremos de nuevo a Tanuki San?