Arcano VII – El Carro

La anárquica y extrañamente funcional estructura del Carro sufre una serie de cambios desde el siglo IX, cambios que se originan sobre todo en las escuelas árabes y cuyo resultado más visible será la eclosión de las universidades europeas a partir del siglo XII. La estructura interna se jerarquiza, apareciendo diversos grados de iniciación. Los antes dispersos adeptos del Arcano se agrupan ahora, formando escuelas con maestros, alumnos, planes de estudio… Utilizan las escuelas islámicas y judías y las universidades como tapadera. Además, la red de refugios sigue funcionando igual de bien, y es tan anárquica como siempre: un «oye, voy a abrir una sede en mi pueblo» es lo único que se necesita.

Algunos de los más antiguos, poco acostumbrados a esta novedad, «pasan» de las universidades y mantienen la independencia de antes, con ocasionales e informales seminarios y reuniones. Los más afamados cuentan con un coro de pupilos que estudian o quieren estudiar con él. Hay estudiosos que recorren medio mundo en busca de estos sabios libres, como se empieza a llamarlos.

Organización iniciática

La nueva estructura del Arcano contempla 4 grados de iniciación, más un grado adicional. Se basan en los nuevos planes de estudio, que surgieron a su vez de las escuelas islámicas

  1. Adepto, aprendiz o estudiante: es el grado más bajo. Aún así, puede alcanzar casi cualquier posición burocrática.

  2. Bachiller: es el grado más habitual. El Adepto ha alcanzado unos conocimientos mínimos del mundo que le permitirán comprender los cursos avanzados, los seminarios… Durante la Edad Media y Moderna se corresponde con el bachiller de las universidades europeas, añadiendo conocimientos de magia (principalmente, alquimia) y medicina.

  3. Licenciado. Tras su aprendizaje, y cuando se considere preparado, un estudiante puede solicitar en una universidad (cualquiera) que le hagan el Examen, una prueba oral de sus conocimientos. En el más breve tiempo posible se formará un tribunal (entre 5 y 7 licenciados y doctores) que examinará al candidato. Se pasa la prueba, será considerado licenciado (también Hakim, médico). Aún cuando no hay límite teórico a las «convocatorias», suspender el examen es una gran vergüenza para el candidato y pocos lo intentan de nuevo. Las «carreras» del Arcano no tienen una correspondencia real con las históricas de las universidades, ya que la teología y el derecho no interesan realmente. Sí está la de medicina (y que incluye lo que llamaríamos «calidad de vida»), considerada básica para cuidad del simulacro, alquimia (la búsqueda del golem, que dará lugar al empuje a la cibernética en los siglos XX y XXI) e ingeniería.

  4. Doctor. El último grado de iniciación. Al principio, también era llamado «Príncipe de la Sabiduría». Viene a significar que el poseedor del título es un genio en su campo. Para conseguirlo el licenciado ha de presentar una tesis u obra maestra ante un tribunal especialmente escogido de 7 doctores. El aspirante tiene que solicitar el examen en la sede central del Arcano y el tribunal es elegido con esmero entre las mayores mentes del Arcano, de ahí que el tribunal tarde años, e incluso decenios, en formarse. La figura del Doctor Honoris Causa surge en el Arcano (y luego se extiende al mundo académico humano) para reconocer a los principales sabios libres y meterlos en la nueva estructura. Se aplicó también, aunque menos, al grado 3.

  5. Maestro. El último grado es un añadido ajeno a los niveles de iniciación y sin equivalente (desgraciadamente) en el mundo académico humano. Este grado indica únicamente que el nephilim sabe enseñar. Es un título honorífico que es otorgado por estudiantes y maestros, previa solicitud del interesado o de algún conocido, a licenciados, doctores y sabios libres de reconocido prestigio. Un tribunal formado al efecto evalúa al candidato (normalmente asistiendo a sus clases y charlas) durante el tiempo necesario (a veces varios años) antes de decidir si es apto o no. Aunque no es necesario poseerlo para enseñar, los alumnos suelen preferir alguien que sepa explicar sus conocimientos, aunque no sea el mayor genio del siglo.

Organización burocrática

El Arcano está dirigido por un Consejo de siete doctores y siete nephilim agarthianos. Al Consejo de Doctores se pertenece mientras se esté vivo o hasta 100 años consecutivos. Las vacantes se ocupan por votación de todos los doctores que estén despiertos en ese momento, pudiéndose presentar a la elección cualquier doctor, y ser reelegido las veces que sea. Este Consejo tiene plenos poderes y su palabra es ley. Se reúne cada siete años (el llamado Año del Consejo). El séptimo consejo es el Gran Consejo, al que cada nephilim del Arcano puede asistir, teniendo voz y voto. En realidad, es como una reunión general de socios, en la que los asistentes, además, deben ratificar a cada uno de los doctores consejeros. Si alguno de ellos no es ratificado, debe abandonar su cargo y la elección de su sustituto se hace de la manera usual.

La sede central está en Roma desde la Segunda Guerra Púnica, aunque los consejeros rara vez residen en ella. El personal de la sede lo componen una docena de nephilim, burócratas de alto nivel, archiveros, etc. Por debajo del Consejo y Roma nos encontramos las universidades, cada una con su propio órgano de gobierno. En general, toda universidad cristiana o musulmana tiene su contrapartida en el Arcano, pero también hay universidades ocultas tras escuelas judías, gremios, monasterios… El rector es el responsable máximo de la universidad. Es un cargo que se elige cada siete años por el claustro y lo puede desempeñar cualquier adepto del Arcano, que sea al menos bachiller. El rector está ayudado por varios ministros, a los que nombra a su elección.

El claustro es una asamblea formada por todos los nephilim de la universidad y se reúne una vez al año. Elige y controla al rector y tres de sus miembros forman el llamado claustro permanente: el Decano, representante de maestros; el Delegado, representante de los alumnos y el Catedrático, representante de los investigadores. El claustro de cualquier universidad suele ser inferior a los treinta nephilim.

Por último, nos quedan los refugios del Arcano. Conforme se han ido extendiendo las universidades como célula organizativa, cada vez más refugios han pasado a depender de la universidad más cercana geográficamente. Sin embargo, muchos, sobre todo de los adeptos más antiguos o tradicionalistas, siguen siendo independientes, pues sólo hay tres requisitos para abrir una sede del Carro: 1) que no haya otra sede o refugio en la misma población o en diez millas a la redonda, 2) que el que lo abra sea un Adepto del Carro y 3) comunicarlo a la sede más cercana.

Miembros conocidos

Pírixis, discípula de Jesús, la Última Dama del Lago. Sus seminarios de la Britania artúrica son legendarios y su vuelta levantó grandes expectativas.

Parmenión el grande, reconocido como uno de los grandes sabios de su tiempo (o sea, los últimos mil quinientos años). Reside en Bizancio, con su propio grupo de discípulos, pasando olímpicamente de la novedad de las universidades.

Yoshifumi, discípulo de Parmenión.

Menxar, adepta. Durante un tiempo se pensó que era discípula de Pírixis.

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