Pues… Igual que en el fútbol y otros deportes: usando ojeadores (la mayor parte de las veces, uno mismo) para bichear en otras mesas. Si hay jornadas en tu ciudad, yendo, jugando, mirando. Si hay clubs, pasándonos por ellos, asistiendo de espectador a partidas, participar en alguna y, por último, montar alguna partida suelta (one-shot, que dicen ahora). Con todo eso, a buen seguro encontramos algún jugador que nos convenza y merezca la pena.
Entonces, sólo tenemos que llevarlo a un aparte y ofrecerle fichar por nuestra mesa.
En el rol no hay cláusulas de rescisión, ni tampoco exclusividad de mesa, pero si hay coincidencia de horarios y es un desperdicio dejar a un jugador de su talla con su antigua mesa, habrá que ofrecerle algo que colme sus expectativas como jugador. Puede no ser fácil, pero yo he robado jugadores así.
jajaja ¿robándolos? ¿de verdad? …No te olvides tampoco de la «cita a ciegas rolera»