De Runequest a Glorantha

Runequest

En mi juventud, Runequest era el tercero en discordia. Tenías AD&D, tenías MERP/Rolemaster y tenías Runequest. Eran los tres juegos de rol de fantasía que teníamos en castellano. En el club en el que yo estaba en mi primer periplo universitario (Alas de Dragón) cogía polvo en la estantería. En los tres años que pasé allí, nunca jugué. Había coñas con su mortalidad y con los patos y ya. Yo me especialicé en juegos que no se jugaban en el club, por tener más variedad de directores de juego. Dirigí a Far west, a Piratas!!, a Nephilim. Cogía los libros, veía las portadas, los interiores, los comparaba los de AD&D y MERP y los volvía a dejar en su sitio.

Me acerqué a Runequest después, una vez terminada mi etapa universitaria y mi etapa con Nephilim. Me gustaba dirigir en ambientaciones históricas y quería seguir haciéndolo, sin la parte sobrenatural de Nephilim. Ya no existía Joc, pero conseguí hacerme con el Manual avanzado y con el Vikingos. El básico lo fotocopié de un amigo y, poco después, caía La ciudad perdida de Eldarad, que lo encontré por cuatro duros en una librería de barrio.

Aquellos años no jugué mucho (nuestra mesa se había separado al dejar la universidad y nos juntábamos en conjunciones astrológicas favorables), pero recuerdo mucha charla teórica en la lista de correo de Glorantha Hispana, de cuando Yahoo! partía el bacalao. Todavía tengo en el disco duro textos sobre armas y armaduras de Sarevok o las reglas de arcos y ballestas de El Mester Fer.

Pero en 2005 me dio por seguir mi camino del retroclón y aparqué Runequest (esto, en su día, ya lo conté por aquí; me repito con la edad).

Heroquest

Aunque no se lo crean, antes de decantarme por Ánima Beyond Fantasy, probé Heroquest. Y estuvo cerca de convertirse en mi juego de cabecera. De verdad, el sistema de tiradas básico (las tiradas enfrentadas, el sistema de maestría) me parece lo mejor que se ha hecho para un sistema porcentual (aunque sea, en este caso, d20). Pero la primera edición era un dolor de cabeza. Los ejemplos te ofrecían un mundo impresionante, pero el resto del libro no había forma de entenderlo sin usar sustancias ilegales.

Glorantha

Todos mis respetos a los jugadores de Glorantha de los noventa. He podido leerme los libros de Joc de entonces y, francamente, estaban en franca desventaja con MERP y la Tierra Media y AD&D y sus mundos, apoyados en cajas fantásticas y novelas.

Mi aproximación al mundo de Greg Stafford fue en la década pasada, de la mano de los blogs La Frikoteca, Runeblog y Mundos inconclusos (dicho sea de paso, no os imagináis lo que me alegro de que sigan en activo, viejos dinosaurios que somos y nos negamos a extinguirnos). Gracias a la labor de mis distinguidos colegas, pude comprender un poco la complejidad de ese mundo y el trabajo y el amor de años que había detrás.

Con esto, volví a curiosear Heroquest. No me atreví a meterme con un sistema en inglés, pero encontré The Red Cow, una campaña en dos volúmenes (uno para ambientación, otro con la campaña propiamente dicha). El estilo tipo La Gran Campaña de Pendragón me atrajo y las aventuras me gustaron mucho. Perfecto, salvo por un detalle: ¿con qué la juego?

Y entonces vino todo el follón de Chaosium y la nueva, preciosa y tremendamente evocativa edición de Runequest (de la redacción de las reglas podemos hablar otro día). Y, luego, la noticia de que Edge la sacaba (y todos cruzando dedos para que se dignaran a publicar el básico, la pantalla y el bestiario antes de dejarnos colgados, como era habitual y esperable con esa editorial). Al final, salió con un año de retraso; la pantalla, un año después y el bestiario, en pdf y gracias. Entre medias, una pandemia, el fin del mundo, la invasión de los reptilianos…

Ya que con Edge no se podía contar, me decidí a quitarle las telarañas a mi inglés y me hice con The Glorantha Sourcebook. Esto ya fue la perdición y han ido cayendo los libros de cultos y tal.

Y este año, ya, por fin, voy a comprobar si Glorantha es para mí jugable o se queda reducida a una enciclopedia divertida. Vamos a poner en marcha The Red Cow. Tengo ya convencidos a Alcadizaar, Charlie y Menxar, así que hay esperanzas de conseguir un cuarto jugador/a.

Y, por supuesto, intentaré ir contándola por aquí. Ya he creado una página para recoger todo lo de Runequest, como tengo hecho con Ánima y con Nephilim. Aún falta la página-índice de la campaña (que he llamado La tempestad que se avecina, para evitar coñas con La vaca colorá), el dramatis personae y el prólogo. Y espero que, para entonces, estemos listos para empezar. ¡Qué nervios y qué miedo!

PD: no considero Runequest un buen sistema para Glorantha. Heroquest le iba mucho mejor y Ánima le debe ir también bien, pero paso de currarme la adaptación. Además, me apetece una campaña de perfil más bajo.

Nos vemos en el Forlon.

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6 comentarios para “De Runequest a Glorantha

  1. Vaya, ¡no me digas que fuiste parte de Alas de Dragón! El club de los aeronáuticos de la Politécnica, ¿verdad? Yo estudié en la Politécnica, pero informática. Creo recordar que Juan Carlos Herreros, el dueño de Ediciones Sombra era uno de los fundadores de ese club.

    Con respecto Glorantha, pues he de confesar que yo he jugado mucho menos de lo esperado a este mundo. En los 90 jugaba a RuneQuest, pero no jugaba en Glorantha; mis partidas se ambientaban en la era de los vikingos, explorábamos la Isla de los Grifos y, sobre todo, jugábamos en un mundo propio que tomaba ideas de aquí y de allá. Cuando al fin jugué en Glorantha un poco más, llegué a dirigir con FATE, con HeroQuest o con las reglas de Pendragón.

    A día de hoy, creo que sí que jugaría a Glorantha con las reglas de RuneQuest. Como ahora estoy leyendo en profundidad el libro de reglas, creo que me siento cómodo con esta aproximación a las reglas. No es el libro de reglas más pulido del mundo ;), y está claro que prefiero el Mythras, pero desde luego, no es un juego con el que no se pueda jugar. Si algún día sacan el suplemento largo tiempo prometido para jugar con Héroes con mayúsculas y con búsquedas heróicas y tal, ya veremos si se pueden jugar las historias de alto nivel que uno se imagina cuando lee sobre Glorantha. Por el momento, creo que está bien jugar con héroes más mundanos pero aún así potentes, en el tipo de aventuras que se están publicando ahora mismo.

    Mucha suerte con la campaña, si nos escribes por aquí cosas sobre cómo avanza la cosa, las leeré con deleite. Siempre es divertido leer sobre Glorantha :).

  2. Sí, ese club. Formaba parte de la Asociación Cultural de aeronáuticos técnicos (tenía clubs de fotografía, ajedrez, astronomía…). No sé cuándo se fundó como tal el club de rol, pero el libro de socios de la asociación creo recordar que empezaba a finales de los 70.

    Un día, haciendo limpieza, apareció una caja llena de fichas de cartulina (de esas como las que se usaban en las bibliotecas, o para notas) con personajes, objetos y lugares escritos a lápiz. ¡A saber cuánto llevaba eso allí!

    Yo estuve entre el 96 y el 98. Juan Carlos Herreros ya no estaba (aunque lo vi en jornadas y alguna vez que se pasó por allí), pero Victoria y el resto de los creadores del Sistema Sombra sí y con algunos compartí bastantes partidas. ¡Gloriosos tiempos!

    Tengo algo de miedo con la campaña, pero eso me pasa siempre (el miedo a que no cuaje, no guste a los jugadores, no consigamos echarla a rodar). ¡Ya veremos cómo sale! Por aquí lo leerás :D.

  3. ¡Guau! Yo tengo pendiente disfrutar la campaña de «The Eleven Lights» con las reglas de HeroQuest (QuestWorlds), pero me parece muy interesante ver cómo la diriges con RuneQuest. Bueno, ¡leeré lo justo para no hacerme ningún spoiler! Pero el director de juego nos pasó la información de trasfondo del clan de la Vaca Roja y mola muchísimo.

  4. El trasfondo mola un montón y es muy completo, aunque trae una laguna que me fastidia un montón (1). Ya contarás que tal con Heroquest. A mí las aventuras que propone me parecen muy interesantes y más cercanas a mi estilo que los módulos que he leído (oficiales) de Runequest Aventuras en Glorantha.

    (1) Se especifica de qué clanes vienen (o suelen venir) las esposas a Vaca Roja, pero no dice ni mú de a dónde van las mujeres del clan. Que sí, que lo puedo preparar yo (pese a lo detallado que es el trasfondo, deja hueco para que el máster cree su parte, incluso si quiere jugarla con un clan propio), pero me parece un fallo, precisamente por su nivel de detalle.

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