Anime — Verano 2023

Me he dado cuenta de que, con todo el jaleo del trabajo por las tardes, llevo un año sin hablar de anime. Y me he dado cuenta porque, repasando series que sé que he visto, ya no era capaz de situarlas en su temporada o, siquiera, el año. Vamos con (espero) unos resúmenes cortos, porque 2023 ha sido un año muy, muy bueno.

Las temporadas de verano suelen ser flojas, pero siempre dejan alguna cosa interesante. La de 2023 trajo continuaciones y algún estreno fuerte, que rompe un poco la tónica de años anteriores. Sin ningún orden en particular, tuvimos:

Las continuaciones de Sugar Apple Fairy Tale, que tengo aún pendiente y Monogatari, shonen sin grandes pretensiones, pero entretenido.

Undead Girl Murder Farce (La farsa del asesinato de la chica no muerta, o algo así) es una pintoresca historia de misterio sobrenatural ambientado a finales del siglo XIX. En la serie seguimos las andanzas de la detective Aya Rindou (Tomoyo Kurosawa), su criada Shizuku Hasei (Makoto Koichi) y el luchador de feria Tsugaru Shin’uchi (Taku Yashiro). La primera es la cabeza pensante del grupo y, aparte de resolver el crimen de la semana, recorre el mundo buscando el resto de su cuerpo y a aquellos que lo robaron; la segunda es una máquina de matar y el tercero, un híbrido de humano y oni producto de laboratorio. En su camino, se cruzarán Lupin, Holmes (Shinichiro Miki), Fogg y más personajes de folletines del XIX. Me recuerda un poco a Kyokou Suiri, aunque con mejor ritmo. Dirige Mamoru Hatekayama con guion de Noboru Takagi, dos veteranos.

Rurouni Kenshin, nueva adaptación del manga homónimo con una primera temporada de 24 capítulos. Con un montón de buenas voces, como Souma Saitou como Kenshin y Rie Takahashi como Kaoru, dirección de Yamamoto y guion de Hideyuki Kurata. Es una adaptación correcta, pero igual me coge viejo para emocionarme.

Nanatsu no Maken ga Shihai Suru intenta ser una versión oscura de Harry Potter. El trasfondo no está mal, pero es un anime muy flojo.

Dekiru Neko wa Kyou mo Yuuutsu es la mejor serie del verano. Una oficinista que es un auténtico desastre con patas acoge a un gato abandonado. El gato se da cuenta de que tiene que cuidar de la humana si quiere que la humana cuide de él, así que crece así que crece hasta tener tamaño de maromo nórdico, aprende a cocinar, hacer la colada, hacer la compra… ¿Absurda? Sí. ¿Encantadora? También.

Horimiya -piece- es la segunda temporada de Horimiya. En la primera temporada, no esperando el éxito que tuvo, adaptaron parte del manga incluyendo el final. Aquí cuentan cosas que se dejaron en el tintero.

AYAKA es un shonen de misterio y magia en un pequeño archipiélago del Japón actual. No me he visto más que los tres o cuatro primeros capítulos, pero no pintaba mal.

Watashi no Shiawase na Kekkon (Mi feliz matrimonio) es la segunda mejor serie de la temporada. En un Japón alternativo del 2º cuarto del siglo XX, Miyo Saimori (Reina Ueda) es una cenicienta que viene pisoteada por su madrastra y hermanastra e ignorada por su padre porque no tiene don sobrenatural. Es prometida con Kiyoka Kudou (Kaito Ishikawa), de poderosa familia, pero con fama de cruel, del que han huido todas las novias anteriores. Kudou será muchas cosas, pero el aire de cachorrillo apaleado de Miyo y su total falta de autoestima despertarán su vena protectora.  Todo se irá complicando porque la muchacha esconde un gran secreto.

Esta última está en Netflix. Las anteriores las he visto en Crunchyroll.

Esta entrada ha sido publicada en Anime.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.