Bakumatsu Kikansetsu Irohanihoheto

Bakumatsu Kikansetsu Irohanihoheto, Bakumatsu para los amigos, es una serie del estudio Sunrise del año 2006 ambientada precisamente en el Bakumatsu, los últimos años del shogunato Tokugawa y el inicio de la era Meiji (sí, cuando Kenshin), con poderosos hombres intentando usar un objeto demoníaco, la Cabeza del conquistador, para crear el poderoso Japón del futuro. Entre medias, el hombre encargado de sellar la Cabeza, el Asesino eterno, entrenado a tal fin por un par de extraños monjes, y una compañía de teatro que busca venganza. El resultado, un fiasco casi completo.


Flechazo

La serie arranca bien. El torturado Akizuki Youjirou (Daisuke Namikawa, Rock en Black Lagoon) busca la Cabeza, en manos del comerciante sin escrúpulos y medio loco Nakaiya Jube (Tetsuo Komura). Una compañía de teatro de cierto renombre, la compañía Yuyama, dirigida por a la «capitana» de la compañía, Yuyama Kakunojou (Rina Satou, Shunka), que se hace pasar por hombre y que protagoniza un triángulo amoroso fatalmente desarrollado con Akizuki y Kanna, anda detrás de Nakaiya por un turbio asunto de venganzas personales. Guiados (más bien manipulados) por el dramaturgo Ibaragi Sotetsu (el veterano Kazuhiko Inoue, que hizo el malo con más estilo que recuerdo, Aion, aunque a otros os sonará más por poner voz a Kakashi-sensei), quien busca la cabeza para sus propios propósitos y se vale de la compañía Yuyama para ello. Por supuesto, el destino de Akizuki y la compañía de teatro se cruzarán.

Todo el primer arco cubre la venganza de la compañía de teatro y sus tropiezos con Akizuki, y termina con un genial duelo entre este y Kanna Sakyonnosuke (Kousuke Toriumi, Kouga Gennosuke en Basilisk), un rubio pistolero medio japonés y que es digno de estar en el Olimpo de los duelos (ese que corona el duelo final de Scaramouche). Desde ahí (el 8º capítulo) la serie entra en una espiral decadente de la que no se salva ni el final, con un anticlímax a lo Gonzo que nos hace desear que, por Dios, acabe pronto la tortura.


Kanna, el pistolero

La serie tiene un opening genial de FictionJunction YUUKA. Tiene muy buenos personajes (toda la compañía Yuyama, la geisha Kotoha, varios personajes históricos, el equipo de operaciones especiales británico…). Tiene una animación que quita el hipo. Tiene buenos seiyuus. Pero ni por esas: el guión no se sostiene lo más mínimo ni deja crecer a los personajes. Una serie fallida. Pero no dejéis de ver el primer arco (hasta el 8º capítulo): merece la pena.

Nota: los nombres de los personajes siguen el orden apellido-nombre.

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