Grancrest Senki

Una joven e impertinente maga que no quiere servir al señor que la ha contratado por su fama de mujeriego, tima a un joven caballero vagabundo y le complica la vida hasta límites insospechados. Posiblemente, esta sinopsis de Grancrest Senki no es la que encontrará el lector por ahí (hablará más de los nobles enfrentados, de la amenaza del Caos y cosas así), pero en mi casa esta serie ha sido conocida como «la de la maga entrometida y el chaval carismático».

«Tú atacas el flanco derecho, tú el izquierdo y yo el centro. Nos vemos en el campamento enemigo»

Es una serie de fantasía clásica, alejada del entorno videojueguil en vigor, lo que no es de extrañar proviniendo de la pluma de Ryo Mizuno (Record of Lodoss War). Empieza suave, pero en el capítulo nueve gira a un tono más sangriento y despiadado. Tiene un mogollón de personajes, tantos que parece una campaña de rol mía: entre nobles, magos, ayudantes y el tipo que pasaba por allí suman un par de decenas, al menos, todos fácilmente reconocibles, ya por un gesto o una forma de comportarse: la maga de las largas mangas, el mago de corte al que le rompen los esquemas cada dos por tres, el criado-guardaespaldas…

Son 24 episodios que, sin ser ninguna maravilla, suponen un soplo de aire clásico muy de agradecer. La única pega de importancia son algunas escenas de acción que parecen dibujadas por el becario. La versión que he seguido ha sido la de Ñyuum.

Esta entrada ha sido publicada en Anime.

2 comentarios para “Grancrest Senki

  1. Pues empecé a verlo ayer, y me he visto más de la mitad de serie del tirón xD
    Me gusta la trama de la serie, sus movidas con sus blasones de poder, el poder caótico, y las tramas políticas entre la alianza y la federación, y los personajes especiales como los magos y los siervos.
    Pero vamos, quitando eso es lo mismo de siempre en este tipo de animes: Tías con tetas grandes y ropa sexy, y un protagonista que tiene pinta de ser menor de edad (y pensar como ellos).
    🙂

  2. Has tardado poco :D. Sobre lo que comentas… bueno, las novelas ligeras de este tipo tienen un público claro allí y son productos industriales cortados por un patrón muy claro, así que toca comerse los clichés del género. Una pena, creo que la historia podía haber dado para más.

    Por estos lares también hemos tenido nuestras novelas para jóvenes con sus protagonistas ciertamente jóvenes metidos en líos del quince (pienso en Los cinco o Los tres investigadores, pero especialmente en Cruzada en jeans, en El lobo blanco o, ya palabras mayores, Dos años de vacaciones).

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