La ternura flota en el aire

Entre las series que he visto últimamente, he encontrado un par de ellas muy tiernas y del tipo de anime que no suelo ver muy a menudo o mejor dicho, no veo muy seguidas: Usagi drop e Ikoku meiro no croisée.

Usagi drop

Imagina un día común, en el que crees que seguirás con el mismo ritmo y estilo de vida, y de pronto, recibes una llamada telefónica en la que te informan que un ser querido ha fallecido. Esto es lo que le ocurre a Daikichi Kawachi (Hiroshi Tsuchida) un hombre de 30 años, con empleo fijo, soltero y el cual ha vivido sólo para sí mismo; así que, tras recibir la noticia de la muerte de su abuelo, decide reencontrase con sus familiares para despedirse de él. Cuando Daikichi llega a casa de su abuelo, conoce a Rin Kaga (Ayu Matsuura), una niña de 6 años que resulta ser la hija ilegítima de su abuelo con una mujer desconocida que abandonó a la pequeña. La niña es una vergüenza para toda la familia y nadie se preocupa por ella. Daikichi, molesto por la actitud de sus familiares, decide hacerse cargo de Rin, a pesar de ser soltero y no tener experiencia con los niños. Así comienza una nueva vida para la tía y el sobrino donde habrá ternura, complicaciones, complicidad (en estos dos últimos aspectos afecta directamente la existencia de Kouki, otro niño) y nuevas decisiones para Dakichi.


Urge encontrar manual de instrucciones

Es una serie muy tierna y humana que trata los problemas reales del día a día de un padre primerizo con su hija. La relación entre Rin y Daikichi es muy divertida y especial. Es una serie que transmite vitalismo a pesar de su inicio, algo deprimente y tristón (en el primer episodio te dan ganas de estrangular a más de uno).

Consta de 11 episodios y no abarca todo el manga (9 volúmenes en los que existe un salto temporal, por lo que he leído). En cuanto al dibujo, y por lo que he visto mirando imágenes del manga, comparte con él, el tipo de colores, tonalidades, matices similares a cuando ves un cuadro que no está pintado a la perfección pero que sí transmite la esencia de la trama.

La verdad es que me encantaría que hubiese una segunda temporada, tiene que ser superdivertido ver a Daikichi enfrentarse a los problemas de una chica adolescente.

Ikoku meiro no croisée

Yune (Nao Toyama) es una niña japonesa, que llega a Francia para trabajar como «sirvienta» (más bien como una de las chicas que atraen clientes en las tiendas japonesas) en la herrería de «Enseignes du Roy». Allí vivirá con Claude (Takashi Kondo), el dueño de la herrería y Oscar (Hideyuki Tanaka), el abuelo de Claude. Yune tendrá que aprender las costumbres de este país, lo que en ocasiones le costará un poco. Pero el problema no sólo son las costumbres, también tendrá que aprender a comprender el carácter de Claude, quien desde un comienzo, estaba en contra de que Yune fuera la sirvienta de la tienda. Así, Yune comenzará una nueva vida al otro lado del océano.


Paseando por París

Hay series que irradian amor. Ésta, aunque haya podido pasar desapercibida para muchos, es de las que una vez comienzas a verla, tiene tanto encanto que la disfrutas de principio a fin. La serie nos la trae Satelight y nos sumerge en la Francia de la segunda mitad del siglo XIX con unos paisajes y fondos muy cuidados en toda la serie.

La forma en la que se aborda el choque intercultural de los protagonistas es muy tierna y muchos estereotipos de la cultura japonesa se tratan de forma muy divertida con la incorporación de uno de los personajes. Aunque la trama se inicia de forma sencilla, poco a poco, los distintos personajes que aparecen se van desarrollando en profundidad y se va hilando una historia, que de forma tranquila te transmite la sensación de que la serie está hecha para sentarse tranquilamente y disfrutarla.

Son dos series que merecen la pena, así que sentaos y disfrutad con ellas.

Esta entrada ha sido publicada en Anime.

7 comentarios para “La ternura flota en el aire

  1. Me ha encantado Bunny Drop. Pero mucho. Quizá sea porque tengo la edad de Daikichi y me siento identificado en ciertos aspectos de su vida previa a acoger a la enana (esa sensación de futilidad y de vacío que se rellena con caprichos). Quizá también sea porque envidio a Daikichi: aunque el pago recibido sea inmensamente mayor que el sacrificio, un cambio tan brutal es aterrador y hay que echarle cojonazos. Y Daikichi los tiene muy gordos.

    También estrangularía a más de uno y más de dos en ese primer capítulo.

    Además, me ha enamorado Rin. ¿Las venden en algún sitio? Me quedaba con tres.

  2. Yo la ví por Shinkoku-anime y no está mal. Después la terminó Athena no Seinto (si siguen como últimamente debería estar bien subtitulada), Rakuen se quedó en el episodio 5.

    @Morrongo:No he visto figuras de Rin en las páginas que visito normalmente.

  3. @Pirixis: No me refería a eso… XD

    No soy de comprar figuritas, me refiero a la niñita. ¿Se puede ser tan dulce y a la vez tan adulta? Sus salidas son geniales, como cuando corrige a Daikichi en la mesa (¡Esos codos!) o cuando le da la mano diciéndole que es peligroso…

  4. Agh, su madre. El blog no me avisa de los comentarios en entradas que no son mías.
    @Pírixis, intentaré echarle el guante y si no, pues iré a gorronearte disco duro en vacaciones :D.

  5. Al final me he decantado por Athena, que han sacado versión en avi y Xvid y me quito de problemas en el salón, si no se lo come el TDT se lo come la Wii.

    Mi reino por una tele con hdmi.

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