La infantería falla

Era una estancia no muy grande, de piedra, con olor a sótano viejo y las paredes y techos con huellas de velas encendidas por manos muertas hacía mucho. Una mesa, formada por varios tablones sobre unos caballetes, y unas sillas de campaña componían todo el mobiliario. Sobre la mesa había extendido un plano dibujado por alguien con problemas para las paralelas. Un sucio candelabro de plata era la única luz.

Claus Bogarde estaba de pie, moviendo la punta de una caña sobre el plano. Seguía llevando su anticuada cota de mallas negra, pero se había quitado el yelmo y la capucha. El cabello le caía sobre el cuello y los hombros apegotonado del sudor y en la barba tenía una mancha de sangre seca, seguramente del enfrentamiento con Séan de la noche. Si estaba cansado no lo traslucía: su voz era igual de rotunda y sus ojos miraban a la muerte con ferocidad, retándola.

—Usaremos la trampa de la piedra —decía, mientras recorría con el dedo lo que parecía un pasillo con puertas a los lados, de habitaciones o celdas—. Esto los separará: uno o dos quedarán a este lado —Y señaló a la puerta de la habitación, que daba, contra todo pronóstico viendo el plano, a un pasillo recto de muros rectos y lisos—. Esos serán cosa tuya, Emilio. Usa las pistolas de Sebàstien —El espadachín, sentado en una de las sillas de campaña, apoyó con desdén la mano sobre su espada ropera— y luego te reúnes con nosotros abajo. Al resto los reblandeceremos un poco emboscándolos entre las celdas con las criaturas que tengamos y luego los remataremos abajo.

Emilio se revolvió en su silla.

—Tienen una bruja y un piroquinético. En la gran sala tendrán espacio para freírnos a placer —La explosión de la noche anterior le producía escalofríos. La imagen de Nefer lanzando aquella bola y los restos de los ballesteros cayendo del piso superior le acompañaría en sus sueños una buena temporada. ¿Por qué las chicas guapas y altas tienen que ser tan peligrosas?, se lamentó para sí.

—Primero tienen que sobrevivir al pozo. Y las barricadas nos protegerán lo suficiente. Tengo dos ballestas de cranequín capaces de atravesar la mejor coraza, y Ragnar es capaz de cortar la trenza de una moza a 15 pasos con sus hachas. Y eso si sobreviven a Angélica —La sonrisa de Bogarde era cruel, escondiendo el labio inferior tras los dientes. Pero también tenía un deje de tristeza y fatalidad.

La interpelada entró en ese momento en la sala. Había cambiado el vestido shivatense, destrozado tras el encontronazo con Akane de hacía un par de horas, por unas cómodas calzas y una túnica corta sin magas que dejaba ver su torso vendado. Los cuidados del viejo hacían milagros y pudo sentarse sin un gesto de dolor o incomodidad.

—Eso si no se retiran antes de vuelta a la cripta. O si ni siquiera vienen. Deberíamos perseguirles, ahora que todavía están en las alcantarillas —Repuso el espadachín, echando una furtiva mirada a las hermosas piernas de su jefa, la más alta del grupo después de Ragnar. Altas y peligrosas, sí.

Angélica sacudió la cabeza, salpicando a sus compañeros. Había aprovechado el baño curativo del viejo para quitarse afeites, suciedad y el cansancio del baile y la noche, pero no había tenido tiempo de secarse el cabello, que había dejado suelto.

—Si han cogido a Lance y a Sebàstien es para interrogarlos. Y no saben nada, realmente, así que les dirán dónde estamos y vendrán aquí. Las calles están vedadas para ellos de día, pero también para nosotros: de nada sirve perseguirnos por la calle. Y ellos tienen prisa; la situación de Goran es muy mala. Y la nuestra no es mucho mejor, si no conseguimos recuperar a los nuestros y eliminar a Wald. Idos a descansar un rato. Bogarde y yo haremos guardia.

 

Contra el pronóstico de Angélica, el grupo de Arik no atacó su refugio. Tampoco interrogaron a sus prisioneros. Primero, una batida de forrajeo comandada por Akane se hizo de ropa y comida. Pertrechados y disfrazados, salieron de las alcantarillas del puerto para ir al templo del Códice Maldito, que encontraron sellado por Tol Rauko. También descubrieron que eran seguidos por un grupo de pilluelos a sueldo, supieron luego, de Claus Bogarde. En la expedición de forrajeo obtuvieron también drogas que mantuvieron a los prisioneros fuera de combate todo el día. Así, el domingo fue pasando sin que ningún bando hiciera un movimiento.

En las escalinatas del templo encontraron una nota de Sousuke, quien, viendo sellado el refugio, había decidido salir de la ciudad y replegarse a San Saturio, llevándose a Wald. Por la tarde llegó Valen con noticias frescas: el hermano Marcus, el agente de la Inquisición en la ciudad, había interrogado a los testigos del enfrentamiento de la mañana y había mandado correo a Markushias. La noticia corría por los bajos fondos y había especial interés en encontrar a Clara para dejarla a los pies del inquisidor antes de que quisiera rebuscar en el tejido ocultista de la ciudad. La SARC, Sol Negro, Samael, la OSMTA y otras sociedades secretas buscaban a la ilusionista, viva o muerta.

Por su parte, en una reunión de emergencia del Consejo de la ciudad presidida por Long, se decreta el arresto domiciliario de los Visnij y los Himura, así como el arresto de cualquier hombre de arma suyo que sea visto por las calles. Aunque esto lo supieron más tarde, Himura reaccionaría esa tarde después del shock del palacete, ofreciendo una suculenta recompensa por la cabeza de los agentes que acompañaron a Goran al baile: Arik, James, Nefer y Soi Fong. Por Kanbei, la mejor espada de la ciudad, era absurdo hacerlo porque nadie recogería el guante.

Caída la noche, decidieron retirarse ellos también sobre San Saturio. Los intentos de hacerlo con un carruaje afanado por Valen fracasaron: la Guardia y el destacamento de la Compañía Akaryu tenían controles por todas partes y los rapaces de Bogarde no les perdían el rastro. Finalmente, decidieron cobrarse el favor que les debía la SARC. Guiados por Asahi, un mago de la orden, salieron de la ciudad por un túnel secreto. Clara, por su parte, y visto lo negro de su futuro, había acudido a Rika, quien se encargaría de meterla en un barco que zarpó la mañana siguiente y la dejaría en la isla de las selene de donde, a buen seguro, no saldrá en una larga temporada.

En San Saturio se encontraron con Mishayla, Sousuke y otros agentes de Goran. Allí, por fin, interrogaron a los prisioneros, que les contaron que Bogarde se refugiaba en bajo la cripta de la antigua iglesia de Santa Catalina, olvidada por todos en una suerte de patio interior de una manzana, a doscientos pasos escasos de la casa de Wald. Con Sousuke, que tenía pensado volver a la ciudad para obtener información de Valen, volvieron a la ciudad. Allí supieron que el domingo por la noche habían entrado en la ciudad el señor Takeshi con Goran y Slobodan Visnij y que había convocada una reunión del Consejo para la mañana del lunes que aún seguía. Takeshi quería arreglar el asunto bajo cuerda, pero Long y los comerciantes menores exigían una investigación en toda regla sobre los Visnij, su relación con la piratería y la muerte de Hideki. En el puerto y el mercado se respiraba la incertidumbre por el futuro de las dos grandes familias.

 

En Santa Catalina la llegada de los Visnij a la ciudad había echado por tierra la idea de Bogarde de tender una emboscada a los hombres de Goran. Ya no se trataba del grupito de Arik: ahora estaba Kanbei. Y la cabeza de Goran. Y tenía a Wald y a dos de sus hombres. La fortuna les era esquiva y lo último que tenía intención de hacer era quedarse allí abajo para ser capturado como una rata. Por eso, cuando Arik, Akane, Asahi (el mago de la SARC, al que habían enrolado por una soldada), Nefer y Sayuki llegaron a la iglesia, la emboscada estaba casi desmontada: la mitad de las criaturas habían sido desconvocadas; las barricadas, quitadas; varias trampas desmanteladas y estaban terminando de recoger sus pertenencias y destruir lo que no podían llevar consigo.

Por fortuna para ellos, el grupo tardó mucho en bajar a la cripta, lo que les dio tiempo para armarse. Y se comieron la trampa de la piedra, aunque Emilio rehusó usar las pistolas y prefirió enfrentarse en combate singular con Arik, quien le despachó sin miramientos al primer golpe. Abajo, en la gran sala, entraron mal, sin una táctica definida y con el mago y la piroquinética sin posibilidad de hacer una limpieza primero. En el combate, Bogarde quedó libre y pudo despacharse a placer, tumbando primero a Umi y luego hiriendo mortalmente a Arik.

El combate estaba resultando costoso para ambos bandos, pero con Arik desesperado por permanecer consciente y, sobre todo, vivo, la fortuna parecía sonreír por fin a Bogarde: aunque Emilio luchaba por no desangrarse arriba y los dos que golpean a los escorpiones que poseía habían sido eliminados, aunque Angélica se agotaba usando sus técnicas de combate para mantener a raya a Akane y a Nefer, la situación de sus rivales no era mejor. Arik y Umi, la artillería pesada, malheridos; el mago, seco; y Sayuki no sobreviviría al ataque combinado del gigante rubio y el suyo.

 

Mientras, lejos de allí, dos tipos de negro entraban en la casa de los Visnij, a donde habían sido llevados Goran y Slobodan. Ambos, profesionales en su campo. Ambos, terriblemente efectivos. Uno entró por los túneles secretos: era Valen.

El otro era llamado cuando la infantería falla. La última defensa, el ataque más mortífero. El agente más poderoso y caro de los Visnij.

Su abogado.

8 comentarios para “La infantería falla

  1. Depende de lo afortunado que te sientas… La próxima partida comenzará con tu tirada de salvación contra muerte, que quedaste en negativos…

  2. Pero muy poquito, además, mi samurai favorita sabe curar por ki. No vale si la hago desde aqui? Ahora mismo estoy en salamanca, pero mi suerte no cambia, he sacado un 79… eso vale? Cuanto deberia sacar? para irme mentalizando… no es lo mismo sacar un 11 que un 99.

  3. No es por contradecirte, pero tu samurai favorita está pegándose con Angélica y tenemos un gran problema suelto, el «Bogavante». A ver cómo nos las apañamos que estamos faltos de personal.

    Tengo un par de ideas, pero con la segunda podemos salir un poco tostaditos, así que ve rezando para que a Asahi le queden 50 puntitos de zeón (mi primera opción).

    Dicho esto, me fastidiaría mucho que Arik no saliese de ahí, que le estaba empezando a coger cariño al PJ.

  4. Me temo que Asahi no tiene zeon ninguno, de lo contrario yo estaría en pie, y la opcion de tostaditos.. es que la pirokinetica haga pirolisis con la habitación…
    Yo tb quiero que sobreviva pk es mi primer personaje de anima (en realidad el segundo, pero con el primero nunca llegué a jugar). Además, el viernes tengo una cita con Angelica.

  5. Triple post, supongo que leeras esto en ultimos comentarios realizados… Que te parece este domingo para quedar? al siguiente estaría yo en Salamanca, asi que nos iriamos ya al mes que viene… y tengo mono (aunque mastee en Salamanca realmente me gusta más jugar)

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