El equipo de la incursión en la casa de Lothard volvió a Hong Kua por el camino largo, rodeando las dos islas, obligado si no querían pasar justo delante de la fortaleza. A consecuencia de esto, no supieron de la muerte de Lothard y sus hombres hasta que llegaron a puerto, y llegaron más de una semana después que las noticias. Semana de uñas en casa Visnij, sin saber qué había pasado ni qué había hecho el grupo. Y en la ciudad, un rumor se dejaba oír, insistente: los Visnij habían matado a Lothard porque aquel les chantajeaba. Cuando Lioness Saver y el resto se presentaron ante Goran, la situación era peor: alguien había descubierto que Hideki se veía con la dama Heiko y ahora en los mentideros se hablaba de su misteriosa muerte y de dónde habría sacado dinero para estar con la geisha.
La semana fue dura para los Visnij, con los rumores in crescendo y el grupo de Saver vino con las manos vacías, sin respuestas, sin una pista que seguir. ¿Eran rumores naturales o alguien los había plantado? Si ese alguien existía y era quien estaba detrás de todo, Goran se temía que terminara saliendo a la luz la presencia de agentes suyos cerca de las posesiones de Lothard la noche del incendio y masacre. Se encontraba en una situación muy delicada, a remolque de quienquiera que fuese el responsable de todo aquello.
Por eso decidió contarle la situación al meister Akio Takeshi, gobernador de Hong Kua y uno de los hombres más poderosos dentro de la Asociación de Mercaderes que dirige el principado de Phaion, confiando en ganarse su apoyo. La familia Visnij no tenía un trato especialmente estrecho con la familia Takeshi y había habido algunos roces durante el caso Giraldo, unos meses atrás, pero Goran confiaba en la honorabilidad del viejo Akio, así que había mandado un emisario solicitando una entrevista privada durante la inauguración de una exposición de pintura.