El continente — Las Tierras Altas

El suroeste del continente está dominado por una formidable cordillera conocida como Del Muro o Del Fin del Mundo. La cordillera aísla las costas del sur del resto del continente, con cimas de más de 5.000 metros de altitud e infranqueable para los barcos voladores. Hacia el norte se prolonga en una serie de sierras paralelas, más altas cuanto más cercanas a la cordillera. Este sistema de sierras y los valles y altiplanos entre ellas se extiende 3.000 kilómetros de este a oeste y su anchura oscila entre los 600 y los 800km. La altitud media es de más de 500 metros y las cimas más altas llegan a los 2.500.

Esta región es conocida como las Tierras Altas del Sur. Es inviernos rigurosos y veranos cálidos. Las precipitaciones son escasas, pero posee importantes acuíferos subterráneos. Las sierras están cubiertas de bosque mediterráneo, con espesos bosques de hayas, robles y chopos en los profundos valles y en ellas encontramos animales endémicos como gatos monteses, grandes liebres y una especie de oso-jabalí único en el mundo. El subsuelo es rico en metales, aunque siempre en pequeñas vetas, y claudia.

Habitantes

Las Tierras Altas han estado habitadas desde la antigüedad. Hay restos de civilizaciones pasadas donde quiera que uno pose la vista: templos, túmulos, castillos y atalayas, restos de castros fortificados y una red de carreteras y caminos que han sido cuidados, restaurados y ampliados con el correr de los siglos. Ya nada queda de los reinos y señores que los construyeron: en las agrestes tierras del sur moran clanes de primitivos montañeses aislados y olvidados hasta por La Máquina, mientras que en las tierras más bajas del norte encontramos pequeñas comunidades formadas por una aldea asentada junto a un vado o una encrucijada y granjas familiares en un radio de medio día a caballo.

Continuar leyendo »