Así, sin darme cuenta casi, terminó 2011, uno de los años que más rápido se me ha ido y que más cambios ha traído a mi vida. Trabajo nuevo, mudanza (x2) a otra ciudad, vida marital… Mi vida, digamos, friki debía resentirse por fuerza, aunque al final ha sido más grave de lo que esperaba. En lo rolero, bien, gracias. Tres Valles duerme el sueño de los justos, avanzando cada seis meses o así y echo de menos a Pírixis, jugadora en mi mesa desde el 99, pero Fort Nakhti (a ver si le hago un día de estos la página) va camino de ser una de las mejores campañas que un servidor haya dirigido y la de Macross que tengo como jugador apunta maneras. Me gustaría engancharme a alguna otra como jugador, pero todos los intentos han terminado en fracaso.
En el resto… Pues muy sufrido. Cuarto año de vida de este blog con sólo 62 entradas publicadas frente a las 101 del año pasado y las 147 de 2009. Cromo, la filial de informática, ha quedado prácticamente abandonada con unas tristes once entradas (y aun así se apaña para subir un 40% en número de visitantes). Por Foroswindows apenas logro pasar ya, más allá de ejercer mis labores de moderador. Y mi labor como corrector en Nanikano se ha ido al garete: no he conseguido sentarme frente al ordenador con la regularidad necesaria. Y lo echo de menos, la verdad. Era relajante. La verdad es que estoy totalmente desconectado de series anime o de imagen real y sólo he conseguido cierta regularidad ya en otoño, a la hora de la cena con mi reina, primero con Patlabor, luego con Noir y ahora con Babylon 5.